Two Kids - Hargrove [Editando]

Lexi

Mis ojos se abrían tratando de adaptarse a la luz que provenía de mi ventana. Jamás había dormido tan profúndame, me sentía en las nubes, y no quería bajarme de ese lugar, era una sensación nueva, algo que se sentía muy bien. Aunque no quisiera despertar, tenía que hacerlo, tenia la necesidad de saber que estaba pasando, trate de sentarme en la cama, aunque no quería, y no lo pude hacer, ya que sentí un fuerte dolor en mi abdomen, trate de levantar mi camisa, pero no noté algo. No tenía camisa.

Yo jamás dormía sin camisa, la cosa que hizo que quedara tumbada por horas en mi cama eran muy efectiva.

Tocaba la venda que estaba envuelta en mi abdomen viendo un poco de sangre, mi mente trataba de hacer memoria, escenas sin sentido pasaban por mi mente, recargue mi cabeza en mi mano y agarre fuerza para levantarme, aun me sentía adormecida.

Sangre, un pequeño recuerdo rápido paso por mi mente, donde yo me encontraba tiraba en el baño rodeada de un fluido color carmesí.

Sangre.

Baje las escaleras lo más rápido que mi piernas y abdomen me permitieron para llegar al baño pero cuando abrir la puerta todo estaba totalmente limpio. ¿Imagine todo esto?

Recuerdo que Steve se iba, mientras Billy llegaba. Toque mi herida y respire. Recuerdo ver sangre en mi blusa, la cual que me hizo correr a esconderme.

Billy probablemente se fue después de que yo no salí del baño. No tendría porque esperarme.

Me mire en el espejo y me quite la venda para ver la herida que tanto me molestaba. Cuando termine deje la venda en el lavado. Era una gran herida, la cual cubría todo mi lado posterior derecho desde mi cintura hasta mi abajo de mi pecho. Me di la vuelta para ver que efectivamente la herida era mucho mas larga, se podía ver desde mi espalda, esta llegaba hasta mi espalda baja.

Recuerdo cuando me hice, pero no recuerdo saturarla. Me dan terror las agujas. Solo lo hacía cuando eran muy necesarias como la herida que está en mi pecho izquierdo el cual fue causada por un cuchillo que quedó encajado.

Mire mi reflejo y noté que tenía puesto un sostén bonito y nuevo. No entendía nada. ¿Porque usaría un nuevo sostén?

—Ni mirándote todo el día las tetas te van a crecer.

Rápidamente mire de donde provenía la voz, Billy estaba parado alado de mi, mirándome con descaro los pechos. Cerré la puerta con el pie, haciendo que se escuche un golpe fuertemente. Soltando un quejido por el dolor que hice al estirarme.

—¿Qué haces en mi casa? —pregunté

—Inicialmente venía a cumplir mi trato y así pagarás la ventana que me rompiste. Pero ahora. No tengo idea.

Abrí la puerta lentamente escondiendo mi cuerpo detrás de la puerta y solo asomando la cabeza.

—No hay algo que no haya visto antes Lex, —dijo poniendo su mano en mi puerta. —Ahora deja cambiarte la venda.