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Llevo una hora sentada, escuchando todo lo que el profesor Manoban me decía, dándome explicaciones científicas, cálculos y ecuaciones raras que no entendí. Solo cuando dijo: — Así que por medio de la electricidad logré revivir a mi hija pero ella ahora... Es diferente —
Fue ahí cuando al fin entendí algo de lo que decía.

Lisa tenía una especie de mutación en su cerebro que hizo despertar la otra mitad de él.
Para que me entiendan, no sé si alguna vez han escuchado esa teoría de que solo utilizamos el 10% de nuestro cerebro; bueno, creía que era una estupidez pero resultó ser totalmente cierto.

El profesor Manoban aún no había terminado de estudiar el cerebro de su hija y todo lo que causó esa descarga en el cuerpo de Lisa, solo sabía que sus poderes aumentaban cada día y se hacía más fuerte cada vez.

Entre sus poderes destacaban la telequinesis, el control mental y fuerza extrema.
Lisa dice que todos los días se levanta con un nuevo poder, son tantos que ni siquiera sabe con exactitud que sabe hacer y que no.

— Muy bien... — Suspiré y me levanté de la silla — Me están diciendo que después de esa descarga eléctrica, Lisa se volvió una especie de... ¿Mujer maravilla? — Pregunté ingenua.

El padre de Lisa la miró con unos ojos q no pude describir, Lisa solo se quedó sentada sin mover un músculo, cómo desde hace horas.

— Bueno, sonó algo infantil pero si, técnicamente así es — Dijo el hombre — Sé que es algo difícil de creer y parece un chiste de mal gusto, pero es cierto señorita Jennie, la ciencia es algo que no podemos explicar con cierta exactitud, hay cosas que aún no conocemos al 100% — Explicó.

Suspiré y solo di vueltas sobre mi propio cuerpo unas dos veces, pensando y pensando. Era mucha información por procesar.

— Bien — Afirmé — Es cierto que lo que ví en ese callejón es algo... Inexplicable, algo que no es normal así que creo en la versión de lo que me ha estado contando señor Manoban — Dije — Pero, no podemos quedarnos de brazos cruzados mientras usted tiene a una hija que podría cambiar al mundo o al menos a nuestra ciudad. Lisa tiene habilidades que ningún otro ser humano sobre la faz de la tierra tiene, debe de aprovechar eso, debe de pulir sus habilidades para que se conviertan en un arma limpia para el futuro de la humanidad — Hablé.

— ¿Qué es lo que quiere decir con esto señorita Jennie? — Preguntó el hombre levantándose de su asiento.

— Digo que deberíamos de usar los poderes de Lisa para defender a aquellos que lo necesitan, a aquellos que no pueden defenderse por si solos. Deberíamos de poner a prueba todo lo que Lisa puede hacer, mejorar las cosas en las que falle y con un buen entrenamiento, Lisa puede ser mejor que cuarenta policías juntos — Expliqué y miré a Lisa, quien solo estaba callada.

— Señorita Jennie, entiendo su fascinación por ayudar a los demás, pero no puedo arriesgar a mi hija, si alguien se entera de lo que Lisa es en realidad, tendré al gobierno y muchas instituciones más pisandome los talones, a demás querrán llevarse a Lisa para estudiarla y probablemente no la volveré a ver —Dijo angustiado.

— Entiendo señor Manoban pero, Lisa no tiene que revelar su identidad — Me acerqué — Por favor señor, esto es ciencia más allá de nuestros limites. Usted creó a la nueva Lisa, por lo tanto, usted tiene una responsabilidad en sus manos — Lo miré a los ojos — Yo seré la guía de Lisa, cuando era niña mi padre me enseñó artes marciales, a demás, desde que soy muy pequeña tuve que madurar rápido debido a que mi padre murió y tuve que cuidar a mi madre. Le prometo que nada saldrá mal y cuidaré la identidad de su hija — Supliqué.

El hombre me miró a los ojos, podía notar su preocupación en su mirada, pero al final, después de unos cuentos segundos de silencio, una pequeña sonrisa apareció en la comisura de sus labios y asintió con la cabeza, susurrando un: "está bien".

Sonreír y miré a Lisa, quien me estaba mirando disimuladamente, cuando cruzamos miradas, ella apartó la suya, haciendo como si nada hubiera pasado.

Una semana después...

Estaba en el jardín de la escuela, sentada leyendo un libro.
Nada interesante había pasado esta semana, Lisa continuaba llendo a la escuela como sin nada, al igual que yo. El señor Manoban no quería que hubiera sospechas de que algo había pasado con su hija, sabía que lo que había hecho estaba mal y que si sus jefes se enteraban de que había utilizado materiales de un laboratorio del gobierno para fabricar la máquina en la que resucitó a su hija muerta, no pararía hasta encontrarlo y quitarle a Lisa, ya que prácticamente ella le pertenece al gobierno ahora.

La situación estaba muy tensa, es por eso que el señor Manoban había renunciado a su trabajo y se estaba escondiendo.

Por otra parte, el entrenamiento comenzaría el sábado y exactamente ese día era viernes, así que estaba nerviosa, yo sería quien cuidaría de Lisa y le enseñaría todo lo que mi padre me enseñó a mi cuando era una niña.

— Hola — Una mano tocó mi hombro, levanté la cabeza y era Lisa.

— Hola Lisa — Dije volviendo a ver mi libro.

— ¿Qué lees? — Me preguntó sentándose a mi lado en el pasto.

— "Cómo matar un ruiseñor" — Comenté.

— Ya veo... — Fijó su mirada en el suelo.

— ¿Necesitas algo? — Pregunté mirándola por un segundo, pude notar un leve color carmesí en sus mejillas. Parecía triste pero a la vez estaba sonrojada.

— No... Solo, venía a platicar contigo un rato, no... Tengo con quien más hacerlo — Rió levemente, una risa un poco melancólica que me revoloteó el corazón.

— Bien — Contesté sin más, pues yo estaba nerviosa y no sé por qué, simplemente siento esto desde que soy cercana a Lisa.

Todo se quedó en silencio, yo no sabía que decir y como Lisa la mayor parte del tiempo está callada, supongo que tampoco tenía tema de conversación, así que decidí romper el silencio.

— ¿Lista para mañana? — Pregunté con una leve sonrisa rompiendo el silencio que se formó entre nosotras.

— No mucho, aún no aprendo a controlar nada y tengo miedo de... Hacerte daño — Dijo angustiada.

— Tranquila, por eso practicaremos, aprenderás a canalizar todo, solo ten paciencia — Sonreí.

Y cuando sonreí, sentí que la mirada de Lisa cambio por completo, había un brillo en ella que no había visto antes, solo nos quedamos viendo por unos segundos, cómo si el tiempo se detuviera y solo estábamos ella y yo... ¿Será este otro super poder?.

— Tu ritmo cardíaco... Está cambiando, está acelerando — Dijo ella rompiendo con la burbuja que se había formado.

— ¿A sí? — Pregunté nerviosa. ¿Cómo es que podía saber eso?

— Así es, y tu temperatura corporal está aumentando — Me dijo.

— ¿Me estás escaneando? — Reí.

— Amm... Bueno, no es algo que pueda controlar, de hecho puedo ver tus músculos, tus huesos y tus órganos, es... Espeluznante pero sirve — Rió

— Entiendo — Reí nerviosa esperando que no descubriera que efectivamente ahora mis latidos eran más fuertes por su estúpida sonrisa y que la sangre se estaba subiendo a mis mejillas por su tonta risa — Me tengo que ir — Dije y después me levanté del pasto — Adiós Lisa — Recogí mi mochila del suelo y me fuí.

¿Qué carajo fue eso?.

night girl [JENLISA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora