—¡¿Quieres que haga qué?!— La voz chillona y estruendosa de Angel Dust resonó en todo el hotel Hazbin, sobresaltando incluso a Nifty, quien cayó de la escalera por el susto.
—¡Vamos, Angel! No es tan malo como parece. Sólo tienes que darle una oportunidad.— Rogaba Charlie Morningstar con una sonrisa nerviosa y ojos esperanzados. Angel debía probar cosas nuevas si quería progresar en su rehabilitación.
—¡No! ¡No lo haré! Ni loco, estás demente si crees que haré algo tan estúpido y básico.
—Angel, deja de hacerte el digno y sólo inténtalo. ¿O qué? ¿Señorita independiente no puede hacer algo tan "básico"?— Vaggie por fin se metió en la conversación, burlándose de lo incapaz que era el arácnido de llevar a cabo una tarea tan sencilla.
Todos seguían pegando gritos tamaño Lucifer e interrumpiéndose mutuamente, inadvertidos de la presencia de Alastor en el recibidor del hotel. Apenas había podido despertar de un tormentoso sueño y era recibido de esa manera tan violenta y agonizante.
—¿Qué es todo este alboroto, amigos?— Preguntó con un rostro ligeramente cansado mientras arreglaba las mangas de su camisa. No llevaba su característico saco ni su micrófono, tampoco llevaba el monóculo puesto. Quizás porque no tenía plan alguno de abandonar el hotel, o quizás por simple pereza.
—Angel está haciendo una rabieta.— Dijo Vaggie con una sonrisa cínica, señalando al joven que ahora parecía enrojecer de vergüenza.
—¡Claro que no! Ellas me quieren obligar a algo que me rehuso a hacer.
—¿Qué es eso que quieren que haga? Si puedo saber— Por fin preguntó el demonio de la radio, observando a ambas féminas con ojos curiosos. Sonreía muy levemente, quizás no estaba de humor para tolerar los gritos de Dust. O las riñas entre el peliblanco y Vaggie.
—¡Quieren que cocine! ¡¿Crees que estas manos están hechas para cocinar?! ¡Quemaré la cocina antes de poder siquiera freír un huevo!— Por fin Angel confesó, tirándose dramáticamente en el sillón mientras se regodeaba en su miseria, cubriendo sus ojos con su antebrazo.
Vaggie se dio un golpe en la frente, Charlie masajeó su sien con sus dedos. Y Alastor... Alastor parecía a punto de explotar en cólera.
—Dime, arácnido amigo.— Se aproximó a él lentamente y se inclinó hacia su rostro con los brazos cruzados. —Si yo te ayudo, ¿Dejarás de negarte a completar esta inútilmente sencilla tarea?
Angel lo miró a los ojos y, con lo enojado que parecía verse, no quiso negarse. Pero la cercanía repentina entre ellos le abrumó tanto que sus mejillas no evitaron colorarse notablemente.
—D-De acuerdo... Si no hay más remedio— Dijo por fin en voz débil para que sólo Alastor le escuchase, cosa que no resultó pues Charlie sonrió triunfante al escuchar aquello.
—¡Maravilloso! Entonces, no perdamos más tiempo. Faltan 10 minutos para el medio día. Si comenzamos ahora, podremos terminar a tiempo para comer todos juntos en el comedor del hotel, ¿Qué te parece?— Con una sonrisa más amplia y juntando ambas manos en señal de anticipación, Alastor se dio media vuelta esperando que Angel le siguiera, aunque fuera de mala gana.
—Como digas— Respondió mientras se ponía de pie y perezosamente seguía al pelirrojo hasta la cocina, misma que Nifty había renovado junto a Charlie. A diferencia de la apariencia maquiavélica del hotel, la cocina tenía muros blancos que resaltaban la pulcritud del oficio que se realizaba entre sus paredes. —Y, al fin de cuentas, ¿Qué vamos a cocinar?
—No lo tengo claro aún, mi arácnido amigo. Dime, ¿Qué te gustaba consumir cuando estabas en el mundo mortal?— Antes de que Angel pudiera responder, Alastor volteó a mirarle borrando su sonrisa por un segundo que pareció eterno. —Las drogas y narcóticos no cuentan como alimento, Angel.
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30 Days of OTP |RadioDust Edition |
Fanfiction-¿Crees que eres inmune a mis encantos, strawberry pimp~? -No lo creo, lo soy. Contiene: ✔️ Lenguaje vulgar. ✔️ Violencia ocasional. ✔️ Mención ocasional de alcohol y/o drogas. Todos los derechos de personaje reservados a Vivziepop.