Día 4. Chupón

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Angel gruñó, sujetando el aparato móvil con fuerza

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Angel gruñó, sujetando el aparato móvil con fuerza. Estaba cansado de siempre tener que ceder a las órdenes de Valentino. Pero si quería droga o sexo, sólo podía contar con él. Luego de arreglarse y maquillarse de forma express, salió corriendo del hotel con la excusa de ir por algo de almorzar con su amiga Cherri.

No contó con que cierto demonio cotilla le seguiría hasta el estudio. 

[...]

—A-Aaah~ Así~— Repugnante. Asqueroso. Despreciable. Angel repetía esas palabras en su cabeza mientras gemía para las cámaras. Estaba siendo follado por otro de los artistas del estudio de Valentino. Y aunque le gustara el sexo, no le gustaba cuando era en contra de su voluntad. 

Esposado, inmovilizado y constantemente vigilado, el joven demonio araña debía actuar perfectamente para que no se notara su falta de ánimo. 

Luego de un rato de filmación, Valentino ordenó terminar con las grabaciones y se acercó a Angel, le quitó las esposas y le besó a la fuerza. 

—Bien actuado, Angie. Sensual y caliente como siempre.— Le soltó abruptamente, dejándolo caer sobre la mullida cama. —Ya puedes irte.— Y sin más que decir, salió del lugar junto a un par de chicas que Lucifer sabrá de dónde salieron.

Solo e indefenso, Dust regresó a paso lento hasta su camerino, donde se vistió con prendas más desapercibidas. Retiró las botas de tacón, intentando descansar sus pies. Se dejó caer en la silla del cuarto, suspirando con algo de fuerza. 

—Vaya día...

—Y que lo digas.— Angel dio un brinco en su lugar y cayó de espalda al suelo producto del susto. Al ponerse de pie, Alastor estaba ahí con su sonrisa, encarándole burlonamente. —No soy fan de tu trabajo, pero admiro mucho el espectáculo que diste. No pude resistirme, así que vine a invadir un poco tu privacidad.

—Em, gracias... Supongo...— En realidad no sabía que contestar. ¿Qué clase de consuelo era ese? Incluso Husk hubiese sido más sutil. —¿A qué viniste, Alastor? No soportaré tus mierdas hoy... 

—Últimamente, querido amigo, has estado muy estresado y tenso, así que pensé que podríamos salir a beber algo si gustas acompañarme— Al principio creyó no haber escuchado bien. ¿Alastor, el demonio (asexual) de la radio, le estaba proponiendo salir? 

—¿Como en una cita?...— La última palabra fue difícil de articular. Él nunca había salido en citas en vida, y mucho menos lo había hecho en muerte. Ya tenía suficiente con ser considerado una puta por todo el infierno. —Yo... supongo que... me vendría bien salir a... pasar el rato.— Estaba nervioso. Se notaba. Cortaba la oración y de vez en cuando dirigía la mirada a sus manos, inseguro sobre qué decir. Algo totalmente atípico en la estrella porno más conocida de la región.

—¡Maravilloso! Dejaré que tomes un respiro y te alistes. Te esperaré afuera— Y tras guiñarle un ojo, salió de ahí con su flamante sonrisa y envidiable confianza. Ya cuando estuvo solo, Angel volvió a respirar. 

30 Days of OTP |RadioDust Edition |Where stories live. Discover now