En diciembre, Hogwarts fue un castillo solitario, pues Minerva adelantó las vacaciones de final de año. Y aunque autorizó que permanecieran en el colegio los alumnos que tuvieran permiso de sus padres, sabía por dónde irían los acontecimientos y lo celebró: el personal y los estudiantes decidieron pasar la temporada con sus familias. Era comprensible, pues no se podía recuperar el ritmo normal tan pronto. Debía restaurarse el equilibrio. Ésta era época de reencuentros, de sanar heridas y de recuperar la felicidad.
Casi todos los ocupantes del castillo se fueron el día 4 por la noche, luego de un convivio. El 5 de diciembre, un discreto Filch cuidaba el colegio y un apartado Hagrid descansaba en su cabaña. Se hizo más notoria la vastedad del castillo y de la nieve.
En esa quietud, Snape caminaba lentamente por los corredores al lado de Hermione, en un Hogwarts callado excepto por el sibilar del viento entre los arcos, desde donde se veía la caída de la escarcha...
Su convivencia dictada por el Ministerio para hacer más potente el díctamo mejorado, los llevaba a verse y conversar mientras caminaban.
Y aunque ninguno dijera nada sobre los sentimientos que tenía sobre el otro, algo flotaba en el aire.
Además los unía un interés, porque para Snape esto era expurgación por daños causados durante su tiempo como mortífago. También a Hermione le era conveniente, pues McGonagall y los responsables académicos determinaron que su colaboración con Snape equivaldría al examen extraordinario y podría graduarse con honores. A ella no le pareció mal.
En cuanto al díctamo, Hermione tenía claro que el experto era Snape, por lo que tomó el papel de su ayudante, pero sin perder el estilo. Snape no la tomaba como antes, sino que analizaba las palabras de la castaña y encontraba puntos de interés.
Trabajaron en la mazmorra, pues una anécdota contada por Hermione sobre su experiencia en el uso de la medicina, abrió al profesor nuevas líneas de acción.
Durante tres días prepararon formulaciones con potenciadores y concentraciones de los demás ingredientes, y al término, con Hagrid las enviaron en cantidades importantes a San Mungo.
Al día siguiente, Hermione y Snape conversaban sentados en bancas de piedra enfrentadas, en un balcón abierto del tercer piso de Hogwarts. En la orilla de la balaustrada tallada, corrían arcos agudos que sostenían el techo. La roca visible del castillo intensificaba el blanco de la nieve sobre el Bosque Prohibido.
Snape estaba sentado en la banca de espaldas al muro. Hermione estiraba las piernas en la banca de enfrente, cerca de los arcos.
―Viene la parte interesante, Granger –comentó Snape–. San Mungo reclutará voluntarios sanos a quienes explicará el estudio. Si los voluntarios aceptan seguir, se crearán grupos a los que se darán los preparados de díctamo. Una vez se compruebe que no causan daño, se investigará en otros pacientes, también voluntarios, pero enfermos o heridos. Al inicio, se trata de que alguna formulación sea al menos tan buena como el díctamo tradicional; después, tan buena como el díctamo mejorado, y de ahí, se decidirá cuál sobrepasa al díctamo mejorado.
Hermione le dio sus impresiones y al mencionar San Mungo, la conversación siguió otros derroteros. Hablaron de temas personales en forma casual, conforme el gris del día cambiaba sus tonalidades. En las palabras, en los silencios, el diálogo transcurría calmo, como nunca antes fue posible, sencillamente amable.
La nevada intensificó, pero era estimulante el aire frío que entraba por los arcos del balcón. El cielo tomó un azul grisáceo, en contraste con el plata de las montañas y su vasta neblina húmeda. En el castillo, los copos blanqueaban las partes altas, llenaban las fuentes y creaban un tapiz de escarcha en los dobles tejados y en las torres en pico.
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Diciembre Íntimo
Fiksi PenggemarSevmione. Short fic. Hermione quiere conocer al Snape que no sabía que era. Snape solo quiere cumplir en Azakabán y marcharse. Invierno, un jardín encantado. ¿Pueden entenderse y crear intimidad?