Cuando entraron, vieron a Lila Shalt, que estaba recibiendo a gente. Lila era bastante alta, tenía el cabello color chocolate con flequillo, que le favorecía mucho.
— Ooohh Miranda, Peyton, chicos que no conozco de nada. ¡Bienvenidos a mi fiesta!
— Gracias Lila — respondió Peyton muy correctamente.
Solo con el vestíbulo se podía comprobar que detrás de esa casa había mucho dinero. Era un vestíbulo bastante amplio donde había dos escaleras hacia los laterales y en medio entre ellas una puerta que accedía al jardín, donde estaba la fiesta.
El decorado era blanco y negro, bastante simple pero a la vez elegante.
Los cuatro se encaminaron hacia el jardín y justo se cruzaron con Marcos que estiraba de la mano a una chica pelirroja y se dirigían hacia una de las escaleras.
Marcos les saludó con la cabeza, mirando a Peyton, con una sonrisa bastante burleta.
— Idiota — murmuró Peyton para si misma.
Ninguno de sus amigos comentó nada al respeto sobre Marcos. Lo más probable es que ni siquiera lo habían visto, ya que había un montón de gente yendo de un lado para otro.
Continuaron andando hasta que llegaron al gran jardín, con una gran fuente en medio, mucha gente bailando y bebiendo. Había una mesa larguísima con comida y bebida.
Miranda y Roberto fueron directamente a bailar. Ted fue a arrasar la mesa con comida. Estaba muy delgado pero comía un montón. Allí se encontró con el amigo de Marcos, el rubio, y para la sorpresa de Peyton empezaron a hablar.
Ella se quedó allí plantada sin saber muy bien qué hacer. Se quedó mirando como Miranda y Roberto se comían la pista de baile, hasta que alguien le tocó por detrás.
Se giró y para su sorpresa encontró al amigo moreno de Marcos, cuyo nombre no sabía.
El chico le miraba sonriente y parecía muy amable.
— ¡Hola Peyton! Soy Jonah, el amigo de Marcos — Jonah le extendió la mano y Peyton se la estrechó. — ¿Está todo bien? Te he visto aquí sola y he decidido acercarme.
— Sí, sí, tranquilo. Solo que no me apetece mucho bailar ni nada. Pero gracias...
— Está bien, yo también estoy un poco solo... ¿Damos una vuelta? Me interesa mucho conocerte.
Peyton asintió y caminaron un poco por ese gran jardín. Descubrió que Jonah era una gran persona, nada comparado con su amigo.
— No entiendo como una gran persona como tú, puede ser amigo de Marcos — dijo Peyton sin ningún tipo de filtro o vergüenza.
— Marcos es... Complicado... Es una persona muy compleja y difícil de comprender. Soy su amigo desde que somos muy pequeños, junto con Liam nos hemos cambiado de colegio este último curso.
— ¿Y eso por qué? — preguntó Peyton. Esa noche se encontraba muy curiosa, más de lo habitual. La razón era porque necesitaba saber más sobre Marcos. Ese chico le parecía muy curioso y sobre todo misterioso.
— Es una larga historia.
— Cuentamela — insistió.
Al final Jonah esquivó las insistencias de Peyton y acabó hablando sobre su proyecto de ciencias hasta que le llegó un mensaje. Lo vió y se interrumpió a sí mismo.
— Lo siento Peyton, ya hablaremos — y se fue. Así sin más.
Peyton se reencontró con Miranda y Roberto, que se habían cansado de bailar y se habían sentado en un banco.
Miranda aprovechó para presentarnos más a fondo. Roberto era un chico algo serio y muy correcto, pero se le veía bastante enamorado.
— Roberto, cuéntale sobre tu proyecto aquí — insistió Miranda.
— La verdad es que ya que me he mudado aquí por el amor de mi vida, quiero edificar mi empresa aquí. En Grecia tengo una empresa de muebles y la idea es que se vaya expandiendo por el mundo.
— Wow... Eso es alucinante — dijo Peyton sin saber qué decir.
La verdad es que no le importaba en absoluto la empresa de Roberto, pero él siguió hablando y hablando.
Al cabo de un rato se oyó un grito muy fuerte. La música paró y todo el mundo estaba callado.
Lila Shalt accedió al jardín. Parecía aterrorizada. Todo el mundo la miraba expectante esperando a que dijera algo. Miranda estaba asustada y le cogió la mano muy fuerte a su novio.
— Acabo... Acabo... La-Las... — intentó decir.
Ted se acercó y le puso una mano en la espalda.
— Tranquila Lila, relájate.
El jardín se inundó en un silencio absoluto.
— Acabo de ver a Lasha muerta — dijo rápido.
*****
Llegó un monton de policía y una ambulancia. Empezaron a investigar la casa e incluso a interrogar a la gente.
Peyton oyó como le preguntaban a Ted si tenía algún tipo de relación con la chica, si la había visto con alguien, si había estado con ella esa noche...
A Peyton nadie le preguntó, pero para su sorpresa un policía se acercó a ella.
— ¿Peyton? — preguntó por ella con un tono esperanzador e incluso feliz.
Peyton se quedó mirando a ese policía rubio, alto, apuesto y joven. No le conocía de nada. Pero el chico parecía hasta contento de verla. ¿Quién diantres era?
— Lo siento... ¿Te conozco?
El chico borró su sonrisa de inmediato y posó una cara seria e intimidante al instante.
— No, no. Nada — y se fue.
Ella se quedó muy pensativa e incluso preocupada. Le parecía todo tan surrealista. Un chico (policía) que no conocía de nada había preguntado por ella e incluso se alegraba de verla. No tenía sentido.
Por otra parte, nadie había visto a Lasha con nadie antes de lo sucedido. Peyton no ubicaba muy bien quién era esa chica.
Pero entonces vió como unos doctores cargaban una camilla con el cuerpo de Lasha tumbado. Estaba toda ensangrentada y le sorprendió ver una gran herida en el cuello.
Se fijó en su rostro pálido, entonces fue cuándo Peyton se dió cuenta de que ella sí la había visto con alguien.
Era la pelirroja que había subido con Marcos.
DU LIEST GERADE
Dagger
VampirgeschichtenMarcus Dagger, es el vampiro más temido de todos los tiempos. No siente empatía, amor, ni ningún tipo de emoción hacia nadie. Todo cambia cuando llega nuestra querida protagonista de cabellera rubia, Peyton Wash, que entrara hasta lo más profundo de...