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Un nuevo día se hace presente en la vida de nuestro peliverde favorito. Las aves cantan, el cielo se encuentra azul y despejado, un clima agradable... básicamente un día perfecto... O así sería de no ser por la situación en la que ahora se encuentra

???—. Espero que así entiendas que tus acciones, aunque a quienes "ayudas" consideran correctas, no lo son y tienen consecuencias, Midoriya-kun— hablaba una chica peliplateada de porte recto y formal, con cabello corto hasta los hombros y de una altura imponente.

Izuku—. Lo entiendo, Nishikinomiya-senpai— hablaba un resignado pecoso que se hallaba limpiando su aula después de terminadas las clases, había sido castigado ahora por defender a una chica que era acosada por unos chicos de tercer año, intento dialogar, pero como casi siempre sucedía las cosas acabaron en una paliza... Para los agresores

La chica solo suspiró, el chico para ella era un dolor de cabeza, a pesar de que ayudara a resolver múltiples situaciones de acoso y bullying en la escuela el hecho de que regularmente se llegará a la violencia para ello no le resultaba agradable. Cómo actual presidenta del consejo estudiantil y siendo una chica recta y de total apego a las reglas, buscaba que el chico reflexionará sobre sus actos a través de los castigos que le imponía y regularmente mantenía vigilancia sobre él hasta que los concluyera, siendo hoy uno de esos casos. ¡Ella lo transformaría en una persona integra y respetable, o su nombre no sería Anna Nishikinomiya!

Anna—. Espero que de verdad lo entiendas, si no fuera porque tus acciones son en 50% justificadas, hace tiempo te habría expulsado— dijo amable pero sutilmente amenazante

Izuku—. Lo sé, pero no puedo evitarlo, mis piernas se mueven solas. Además, el diálogo casi nunca funciona, ¿Quien invento esa estupidez?— habló fastidiado

Anna—. ¡Lenguaje!

Izuku—. Si, lo sé, lo siento. Es solo que, siempre que busco dialogar me responden con violencia, ¡Yo soy una víctima aquí! ¡No me gusta golpearlos siempre!— explicaba arrepentido, no por sus acciones, sino, por los castigos que recibía por ellas

Anna—. (Suspiro~) Mejor sigue con lo tuyo mientras pienso en otras alternativas para corregirte— habló mientras se dirigía a la sala del consejo

Izuku—. ¡Bien, la alcanzaré en cuanto terminé!— gritó mientras continuaba con lo suyo, siempre debía informar cuando terminaba sus labores correccionales, así que ya sabía la rutina

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[30 minutos después en la sala del consejo]

Mientras Anna se encontraba en la cima de una escalera revisando algunos informes de presupuesto de años anteriores en los libreros altos de aquel salón, un toque en la puerta se escuchó.

Anna—. Adelante— indico gentilmente mientras seguía con lo suyo, dando paso a que un peliverde ya conocido entrase a la sala

Izuku—. Nishikinomiya-sempai, ya terminé, solo vine para informar despedirme

Anna—. Está bien, ten cuidado de camino a casa, procura no meterte en más problemas, ¿Entendido?— habló mientras tenía su vista aún enfocada en algunos libros

Izuku—. Lo intentaré— dijo mientras sonreía nerviosamente

Con lo anterior dicho y dispuesto a retirarse puso su mano en el pomo de la puerta, sin embargo, un pequeño crujido llegó a sus oídos y volteo hacia donde lo escuchó. Antes de darse cuenta, la escalera que sostenía a Anna se había desprendido de los soportes que la mantenían firme, con la chica cayendo desde gran altura y arrastrando los enormes estantes con ella... Si no se daba prisa la chica se volvería puré, así que rápidamente saltó, la tomo por la cintura y detuvo como pudo la caída de los grandes estantes, sin embargo, múltiples y pesados libros caían sobre ellos de todas las direcciones, podría detenerlos, pero muy seguramente los dejaría dañados, así que se apuro a colocar delicadamente a la chica sobre el piso, se puso cuidadosa pero rápidamente sobre ella y la cubrió con Haki de armadura para asegurar

La vida de un Izuku diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora