Izuku se sentía atascado, si continuaba así no crecería más, su fuerza no parecía aumentar demasiado con los mismos entrenamientos, así que decidió cambiar su rutina, en lugar de pesas uso rocas, enormes rocas para un niño de su edad, las jalaba a través de cuerdas montadas en el árbol de su hogar simulando máquinas de pesas de gimnasio, bastante original e inteligente para ser un niño, de algún modo logro poner una de esas grandes rocas en su espalda y hacia lagartijas.
Definitivamente no era un niño normal, incluso su madre, preocupada por esto lo llevo al hospital para prevenir que se lastimara, sin embargo, grande fue su sorpresa cuando el doctor le dijo que estaba perfectamente normal, hicieron simulaciones en vivo en el propio patio de su hogar y cabe decir que al doctor se le cayó la mandíbula de la sorpresa, tan pronto como Izuku acabo los ejercicios le hicieron un chequeo rápido y pronto para una sorpresa aun mayor, habían ligeras fracturas de huesos, músculos desgarrados en poca medida y tensión de los mismos, pero para una conmoción mayor el pequeño se recuperaba casi tan pronto como se lastimaba, tanto madre como doctor pensaron que había despertado un Quirk, uno sorprendente sin duda alguno, y, después de varios estudios y revisiones, para impresión de ambos...
Izuku era QUIRKLESS
Tan Quirkless como resultó en su primer prueba peculiar con un doctor ajeno al sitio en el que trabajaba Inko y el médico que ahora le acompañaba, no lo podían entender, un Humano capaz de recuperarse casi al instante de sus heridas, era casi como una superregeneracion natural, no, tampoco era eso, pero ellos no lo sabían, izuku evolucionaba, mejoraba con cada entrenamiento, y cada vez los daños eran menores, su cuerpo se adaptaba para así poder aumentar las rutinas y explotar sus límites, claro, esto último era una teoría del propio Izuku, y muy acertada
Inko ya no tenía dudas, su hijo llegaría a ser un gran héroe, tal vez incluso el mayor de todos, aún sin un Quirk, la culpa que sentía poco a poco se esfumó, no pudo darle un Quirk a su hijo y aún así el halló la manera de lograr sus sueños, ella ahora sabía que sin importar que, todo es posible, y su hijo ahora mismo se lo estaba demostrando, eso, definitivamente la volvió tan feliz que como de costumbre, rompió a llorar, después su hijo lloro por verla llorar, y bueno... el doctor decidió irse antes de morir ahogado... este último estaba exceptico, más tarde revisaría una muestra de sangre de Izuku permitida por su madre y un poco de ADN proveniente de su cabello. Para su gran decepción, nada, no halló nada, era como si ese niño tuviera un cuerpo divino capaz de todo, y aún así nada en él era diferente a un humano Quirkless...
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Paso el tiempo, ahora Izuku tenía 7 años, sus entrenamientos extremos e infernales incrementaba día con día, seguía sin tener amigos, pero sus compañeros de escuela definitivamente no lo serían no aunque fuera la última opción, no englobaba a todos, sino, más bien los de su grado y grupo y todos aquellos que el sabía que eran malas personas, esa escuela tenía reunida a gran cantidad de cucarachas desagradables, a palabras suyas... Sorprendentemente ahora tenía un numeroso club de fans, después de todo se volvió el salvador de todos aquellos acosados sin razón válida, aunque pocos se acercaban a hablarle, tenía fama de bravucon según algunos, y si era capaz de noquear a 10 alumnos de grados superiores en segundos tenían miedo que eso pasara también con ellos, seguramente no pasaría pero preferían no arriesgar...
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La vida de un Izuku diferente
Hayran KurguLeyendo esto seguramente conocerás al protagonista sobre el que tratará esta historia: - "¿Puedo ser un héroe incluso sin un Quirk?" ............. - ¡Lo seré! Seré el héroe que brinde esperanza al futuro, me esforzaré 10... ¡No!, ¡Me esforzaré 1000...