*Narra Romina*
Ya no tenía más que hacer, solo podía contarle, después de todo él me había apoyado como nadie...
Romina: Vale.. te contaré como empezó todo.... partiendo por mi padre...
[Flashback]
Hasta mis ocho años, mi padre, como para casi todos a esa edad, era mi héroe, al que yo creía capaz de pelear con un león por mi bienestar.
Un día como todos yo estaba en mi habitación, sentada en la cama jugando con mis dos muñecas preferidas; mi padre llego del trabajo y fue a saludarme, yo como siempre salte a sus brazos para darle un sonoro beso en la mejilla.
Romina: Papi, ¿juegas con migo a las muñecas?
Padre: Claro peque...- de pronto se detuvo y me miro con una expresión de miedo...- Romina hay que escondernos.
Romina: ¿Por qué? - susurré temerosa y salté de la cama.
Padre: porque viene..... ¡EL MONSTRUO DE LAS COSQUILLAS! -gritó mientras me cogía en volandas me lanzaba a la cama y se ponía sobre mi para hacerme cosquillas; de la nada se detuvo y me quedó mirando fijamente....