*Dos semanas después*
Cada día se me quitaban más las ganas de suicidarme, ¿Por qué? El bullying estaba cesando...
Adrián y no me dejaba sola en la entrada de la escuela, y cada vez que alguien intentaba hacerme algo él lo evitaba a como diera lugar.
Cada tarde, además, él se quedaba luego de la llegada de mis padres, lo cual muchas veces me salvó completa o parcialmente de sus malos tratos (de los que Adrián no estaba enterado).
Con mi vecino pasábamos mucho tiempo juntos, en solo un par de semanas logramos entablar una gran amistad, como la que hace tiempo no tenía...
Él era capaz de hacerme olvidar mis tristezas en el mismo instante en que me saludaba.
Era un Martes como cualquier día de la semana, Adrián estaba por irse cuando, de la nada, entró mi padre a mi habitación.
Padre: ¿Y tú quién eres? - dijo enojado mirando a mi amigo (él pensaba que era una amiga con la que me juntaba cada tarde), lo tomó violentamente de brazo y lo sacó del cuarto.