5
Hasta que escuchamos pasos cercanos, lo ignoré.
— Yumei – me giré ante ese llamado, encontrándome con unos ojos turquesas.
— Seishu, hola.
— ¿Cómo has estado?
— Todo bien, me enteré que trabajas con Draken.
— Si, será un poco complicado al principio, pero, sé que lograremos estabilizarnos.
— Estoy segura que sí, saben mucho, espero y Mikey no les dé trabajo.
— Para nada, también nos ayuda mucho.
— Ejem – miré a Mikey que había interrumpido – bueno, ¿qué haces aquí?
— Vine a ver a Shinichiro, Draken dijo que te vería después.
— Oh, si... - reí un poco, Mikey era muy obvio cuando mentía, se le había olvidado.
— Bueno, Seishu, nosotros debemos irnos, fue bueno verte.
— Lo mismo digo, Yumei – sonreí un poco y miré a Emma, ella enseguida tomó a los chicos y los arrastró – son muy sobreprotectores.
— Mikey lo es más conmigo, Izana lo es con Emma, es raro que sea así, pero estamos bien.
— Supongo, quería saber...
— ¿Sí?
— ¿Estas libre este sábado?
— Si, ¿me estas pidiendo una cita?
— ¿He? No, bueno, si, digo... - sólo podía reír un poco por los nervios que tenía.
— Bien, entonces nos vemos a las 10, en el centro, ¿te parece?
— Claro.
Me despedí de él para caminar a la salida, era inevitable no sonreír, mi sonrisa boba no me la quitarán tan fácilmente.
— ¿Qué sucedió?
— Me pidió una cita.
— ¿He? Primero Takemicchi, luego Draken, y ahora mi hermana, me está quitando lo que es mío – miré a Mikey por ello, estaba celoso.
— Mikey, antes que nada, el que debe reclamar es Iza-nisan, además, se supone que empezaba agradarte.
— Las personas cambian de parecer.
Si, Mikey era un caso perdido en algunas ocasiones.
El resto del día la pasamos caminando de un lado a otro, claro que se unió Draken, y aunque a los tres rubios hermanos no nos molesta, a Izana sí.
Podía ver como Emma se pegaba a Draken, y él no hacía nada, y me gustaba verlos, al fin empezaban a tener algo, no tan concreto, pero era una avance, uno muy bonito, claro que tuve que detener a Izana para que no interrumpiera.
El sábado llegó con rapidez, asiqué me preparé, e hice el desayuno, Izana también se había levantado, otra cosa igual de extraña. Pero no le tomé importancia. Hasta que llegó Seishu.
— Seishu, hola.
— Te vez bonita Yumei – tomé mi chaqueta que estaba a un lado de mi puerta, pero a cambio me topé con Izana.
— Bien, no quiero que llegue tarde, nada de besos, nada de abrazos, quiero distancia prudente, y si la veo un poco deprimida, iré por ti y te mandaré al hospital.
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La Hermana Sano
FanfictionSu héroe era su hermano mayor, Izana, a pesar de haber conocido a Shinichiro, veía más a Izana, y luego, a su hermana pequeña, a Emma, la quería tanto, la protegía tanto, los amaba a ambos tanto. Pero, su disgusto hacía Mikey era grande, no lo odiab...