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"Porque también May puede ser coqueta"

"Porque también May puede ser coqueta" 

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Ciudad Rocavelo 
Región Sinnoh 

El estadio de concursos Pokémon se encontraba a rebosar de gente que abandonaba el lugar por la puerta principal. El concurso Pokémon había llegado a su final, siendo May la ganadora indiscutible de la contienda, teniendo así el tercer listón de Sinnoh. Drew y May habían decidido salir por el acceso trasero del estadio, ya que por la salida principal, la prensa y la revista Contesta estaban al acecho de ellos, para obtener sus declaraciones. Con sinceridad, May podía asegurar que el joven LaRousse en esos momentos no se encontraba de muy buen humor para enfrentar a las grandes masas.

— No sé que voy a hacer con Fluffy, ya he intentado de todo, pero simplemente se niega a no prestar atención. — suspiró con resignación, mientras tomaba la pokebola de la criatura en una de sus manos. 

El pequeño Pokémon, en las semifinales del concurso, en lugar de combatir en contra del Delcatty de May, empezó a tratar de jugar con él, haciendo caso omiso a las indicaciones de su entrenador, dejando a Drew en una postura delicada. Fluffy al negarse a combatir, fue descalificado del concurso de Rocavelo. 

— Tienes que tener paciencia con él, es muy pequeño, no tiene mucho que evolucionó. — Comentó May comprensivamente. 

— Aún así eso no es excusa. Debo encontrar la forma de ser más exigente con él. — suspiró cansado el peliverde, guardando la pokebola en uno de sus bolsillos. May le sonrió con ternura, trataría de quitarle el desánimo al coordinador. 

— Mira, para que dejes de lado ese humor de cascarrabias, ¿Qué te parece si nos vamos a comer algo?. — le propuso con positivismo, colgándose de su brazo. A Drew no le gustaba mucho está acción, pero a May le importaba un rábano. 

— No tengo mucho apetito, pero no haría daño un bocadillo. — le sonrió quedamente el joven. 

— ¡Esa es la actitud Hayden! ¡Escuché que hay un lugar grandioso por aquí!. — grito entusiasmada, llevándoselo de allí rápidamente. 

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Restaurante de Sushi tres delicias 

El restaurante especialista de Sushi de Ciudad Rocavelo, era un modesto lugar en el cual se notaba que tenía una decoración tradicionalista japonesa, correspondiente al siglo XVIII. Por lo tanto, las mesas rectangulares eran muy largas, pero bajitas. No había sillas para sentarse, sino que tenían a su disposición mullidos, suaves y reconfortantes almohadones. Ya era preferencia del cliente la forma en la cual decidiera sentarse en ellos. Las puertas eran correderas, tipo shoji, de marco hecho de madera negra con papel traslúcido washi, mientras que los pisos de la misma manera eran de madera sólida, pero con la diferencia de que el color era caoba. La decoración estaba confirmada por simples faroles que proporcionaban luz tenue en las noches, uno que otro jarrón por ahí estaba acomodado estratégicamente, adornado de hermosas flores. Y por último, en una de las paredes del local estaba colgado un  abanico gigante de color gris, con detalles en azul. Lo más importante de este, es que estampado en él había un Pokémon tipo volador que a ojos de May se veía muy elegante. 

El par de coordinadores habían optado por ordenar un par de rollos de sushi no tan elaborados. La princesa de Hoenn hasta ahora había comido muy contenta y entusiasmada. El sabor de la comida en verdad era de calidad. Mientras tanto, el caballero solamente hasta el momento había comido un par de sushis.