Fanfic saga Crave

Capítulo 2

-¡Grace! ¡Grace!

Abro los ojos de golpe. Hudson tiene un acento británico muy marcado. Y sólo se le pone cuando está o enfadado o nervioso. Lo miro. Tiene el pelo despeinado y está blanco cómo el papel. Su ropa está arrugada y las gotas de sudor le caen por la frente. Pero nunca le he visto tan guapo. 

-¡Grace! ¿Me oyes Grace?- 

Joder, claro que te oigo...- Me intento incorporar, pero el dolor me atraviesa las costillas como un cuchillo y vuelvo a caer en el suelo, exasperada.

- No es la primera vez que me pasa algo así, ¿Sabes?- Me mira a los ojos y después me aparta los rizos de la cara.-¿Por qué coño has hecho eso?

-¿Te refieres a salvarte la vida? No sé. Déjame pensar, ¿Por qué lo habré hecho?- Me acaricio la barbilla, fingiendo buscar respuestas.

-Me refiero a porque me diste tu energía.- 

Vale, tranquilo. La próxima vez te dejaré ahí sufriendo.

- Sabes perfectamente que puedo cuidarme solo.

-¡ Joder, Hudson! Estabas temblando y sollozando. Han roto nuestro vínculo. ¿Puedes dejar de fingir que eres un tipo sin sentimientos por un segundo y dejar de comportarte como un capullo? Tener un compañero significa ayudarle en lo que haga falta, pero también confiar en la otra persona. - Le acaricio la mejilla con cariño y le retiró el pelo de los ojos,así como ha hecho él conmigo.- Tienes que confiar en mí, Hudson. 

- Grace... ¿Sigues viendo nuestro vínculo?

- Aún no lo he mirado...

-¿Podrías...?¿Podrías mirarlo?

- Claro. Cierro los ojos y visualizo mis hilos. Paseo entre todos, buscando nuestro vínculo. Ahogo un grito al no encontrarlo y abro los ojos. 

- Ha desaparecido. Ha desaparecido de verdad...

Hudson me abraza. Yo entierro la cabeza en su hombro. Pero una idea me asalta mi intranquila cabeza. Al ya no estar Hudson atado a nadie... ¿Cómo va a sobrevivir su alma?

La Sangradora entra en la sala con un vaso de agua (A saber de dónde lo habrá sacado) y un sándwich envuelto en papel de aluminio. Todo esto lo lleva en una bandeja, que deja al lado del sofá donde me he dejado caer.

-Toma. Salvar a tu compañero gasta mucha energía.

 Aunque no puedo estar más de acuerdo con eso y mi estómago ruge,miro con mirada desconfiada la comida que me ofrece.

 -¿La...?Se la has quitado a las dos personas que se están... Desangrado, ¿Verdad?

- Pues claro que sí. Estoy en medio de Alaska, ¿De donde las iba a sacar si no?

-Gracias - Se me adelanta Hudson.-. Pero hemos traído comida de sobra para ella.Saca de su mochila una Pop Tart y una cantimplora y se sienta a mi lado en el sofá. 

- Muy bien. Voy a devolver esto a su sitio.

Agradezco que nos haya dejado a solas, porque una idea acaba de asaltar a mi cabeza, y no es que quiera discutirlo con La Sangradora delante. En cuanto sale de la habitación, miro a Hudson y abro mi Pop Tart.

-Hudson...

 - Dime.

- Creo que deberíamos volver ya. 

- Si, claro, vámonos.

Recogemos las cosas y nos despedimos tan rápido como podemos de La Sangradora. Salimos a la nieve y enseguida una ola de frío me atraviesa.