Capítulo 5: El admirador y la novia

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POV Lisa

Jennie me había explicado que él era como una especie de “Brad Pitt americano”, pero sólo a la salida del restaurante pude comprobarlo.
Era más o menos de mi estatura, a penas un poco más alto de cabello café claro, ojos igualmente claros, tenía la nariz fina y estaba un poco bronceado. Al identificar a quien había gritado y reconocerla sonrió, con una de esas sonrisas de comercial de pasta dental, se acercó y abrió los brazos para recibir en ellos a mi novia; para después comenzar a girar con ella mientras reían felices.

Jennie comenzó a decir un sinfín de cosas y de vez en cuando lo abrazaba y volvían a reír; él la tenía sujeta de la cintura y cuando la coreana hizo un movimiento brusco con la cabeza un mechón de su pelo se le fue a la cara, Jongin se lo acomodó y dejó descansar su mano en la mejilla de mi “fingida novia”. No lo soporté más y decidí presentarme con esta frase:”¿Quién eres y por qué no quietas tus sucias y asquerosas manos de mi chica?” pero cambié de opinión al ver lo amable que Jennie era con él.

-¿Cuándo llegaste? ¿Por qué no me dijiste que vendrías?- fue lo primero que le preguntó nada más dejar de dar vueltas.

-Llegué hace tres días. Fui tú casa a buscarte pero no había nadie, y esta tarde lo iba a intentar de nuevo-le respondió y pellizcó su nariz.

Definitivamente no debería sorprenderme que sus padres fueran guapos, él debía llevarlo en los genes.
No me sorprendería que Jennie lo considerase su caballero de brillante armadura siempre listo y dispuesto a terminar con todos y cada uno de sus “dragones” personales.

-Ejem, ejem…- Ya era momento de interrumpir.

POV Jennie

Vaya sorpresa que me lleve al ver que era Lisa. ¡Tenía que fingir alegría en ver a Jongin para saber hasta donde sería capaz de llegar Lisa en la cena de mi casa y toda esa farsa!

Estaba parada a escasos dos metros de nosotros con una mirada que pretendía ser de indiferencia pero que parecía más una mueca de fastidio o furia, o eso creía yo, era tan rara que la miré frunciendo el seño. Creo que a Jongin tampoco le paso desapercibida la mirada que Lisa nos lanzaba y, supongo que el detecto sólo la furia, pues Jongin paso su brazo por mis hombros, levantó la barbilla y miro a Lisa entrecerrando los ojos. Es decir, con la típica postura de: ¿Quién eres y que es Lo que quieres?

No sé que fue esa sensación que me asaltó cuando sentí el brazo de Jongin acercándome más a él, pero fue incomoda, aún más viendo que Lisa bajaba la barbilla y nos miraba, me miraba frunciendo, todavía más, el seño.

- No nos presentas.- me dijo levantando las cejas y con una voz un tanto áspera, como si se estuviera conteniendo de hacer algo. Noté que tensaba la mano derecha como si estuviese a punto de golpearlo.

Hice un mohín. Estaba a punto de abrir la boca, cuando la persona que me había metido en todo este lio se me adelantó.

- Jongin Kim. Admirador de Jennie.- Se presentó, estiró la mano y levantó más el mentón. Lisa solo me miró levantando las cejas.

-Lalisa Manoban. NOVIA de Jennie.- Sonrió, con la sonrisa más falsa y burlona que le había visto nunca, debido la sorpresa que esas palabras causaron en Jongin su sonrisa creció, más nunca legó a sus ojos, los cuales seguían pendientes de la mano que estaba sobre mis hombros. Tomó la mano de Jongin y por tres segundos me pareció que ambos deseaban romper los huesos de la mano del otro. Sacudí la cabeza, sólo eran ilusiones mías.

- Así que tienes novia, linda. ¿Desde cuándo?- Jongin me apretó y me acercó más a él. Me moví incómoda.

-Desde hace… unos… ¿seis?... sí, seis meses.- No le podía decir que tres días a tras estaba a punto de contratar a un gigoló hasta que mi mejor amiga se ofreció a fingir ser mi novia. Además la mirada que la tailandesa me lanzó, invitaba a fingir más. ¿o no?

Mamá, papá... Soy gay. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora