Capítulo 20: ¿Es promesa o amenaza?

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POV Lisa

-¡Hazlo!

- ¡Vamos, Jennie!

Prácticamente las cincuenta personas que estaban en la sala empezaron a rogarle que hiciera a saber qué.

-Es que yo ... - empezó a decir mi novia cuando Jiyong la interrumpió retándola

- ¿No quieres o no puedes?

- ¡Jiyong! - mi 'novia' agachó la cabeza y se volvió hacía mí- Lo que pasa es que el regalo de Lili es sorpresa, aún no se lo he dado.

-Vamos, Kim -intervino mi amigo saliendo de una puerta lateral - Luego te pones un moño en la cabeza y te ofreces como regalo. Manoban, te aseguro, no tendrá objeción. - caminó, la tomó de los hombros y con un ligero empujón la hizo encaminarse al centro de la habitación, luego se acercó a mí y susurró: - Menos si estás desnuda.

Yo solo lo pude medio fulminar con la mirada, después de todo, la imagen que me planteaban sus palabras no pintaba nada mal.

La música, inundaba la estancia y las risas y platicas se alzaban a nuestro alrededor.

- ¡Feliz Navidad! - me dijo y estaba por abrazarme y yo a besarla de allí cuando:

- ¡Jennie! ¿Se tragaron el cuento en tu casa? -dijo Jisoo -Debiste pagar a un gigoló

- ¡No me jodas! -le reclamó y miró a Jennie. - De seguro eres pésima. ¿Acaso sólo así consigues amigos? ¿Qué de todo lo que has hecho es real? ¿Tuviste también que pagarle a tu novia?-Krystal me señaló.- Si, seguro que sí.

- ¿Novia? -preguntó Jisoo con burla y señalo a nuestra amiga. -Jennie no tiene novia. Lisa es su mejor amiga y sale con Yiren. ¡Si alguien sale con ella hay que darle una recompensa por que quién en su juicio saldría con...!

Todo pasó demasiado rápido: Rosé pellizco a Jisoo quien gritó y la fulminó con la mirada; Jiyong se tensó; Jennie se puso blanca y retrocedió dos pasos; Krystal sonrió triunfal.

-No lo puedo creer-dijo con una enorme sonrisa, - primita, eres patética. Mira que manipular a tu amiga... ¡Mierda! Si yo sabía que eras demasiado poca cosa para que alguien se fijara en ti... pero recurrir a eso para ligarte a alguien, eso es hasta demasiado bajo para una zorra...-rio fuerte. - Sí que estás urgida. Urgida y patética. -Volvió a reírse y a negar con la cabeza. - ¿También le hiciste memorizar el discursito que recitó en la casa? Sí, lo más probable. ¿Quién en su sano juicio se fijaría en ti? Eres demasiado corriente y vulgar: ojos verdes y pelo que parece un nido, ni siquiera sabes vestirte bien... lo único que sabes hacer es leer y leer y eso es porque los libros no piensan o de lo contrario jamás podrían estar con alguien tan aburrida, patética y urgida como tú. ¡Das pena incluso a los que dicen ser tus amigos! ¿Por qué otra cosa se prestaría a ser parte de este numerito tuyo de mujer desesperada sino es por lástima? -chasqueó la lengua- ¡Ves! En ningún lugar encajas. Hazle un favor al mundo y suicídate.

La cólera fluyó por mi sistema invadiendo todo mi cuerpo y volvió mi visión de un color rojo sangre, igual a la que estaba a punto de ser derramada. Comencé a respirar de manera irregular y muy fuerte.

-Lárgate. -Siseé cerrando los ojos.

-Lisa, hermana-empezó a decir Jisoo intentando acercarse a mí con voz preocupada. Me limité a clavar mi mirada en ella y luego en Rosé, quien de inmediato captó la indirecta de que, si no se llevaba a su novia de ahí, también pagaría las consecuencias y que el hecho de ser mi amiga no impediría que le cerrara su gran bocota, aunque fuera con mi puño. Rosé se apresuró a sacarla a rastras de allí, chica lista, si bien que sabía que su novia no había tenido una participación muy grande en esta historia, pero lo poco que abrió la boca su más que suficiente para cagarla.

Mamá, papá... Soy gay. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora