CAPÍTULO VI

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– Cariño despierta – susurró la alfa en el oído de su Omega –

Dejó besitos por toda la cara de su Omega mientras susurraba cosas bonitas en su oído para que despertará, haciendo que una sonrisa perezosa se cruzará en el rostro de la rizada.

Lauren haría lo que fuera sólo para siempre mantener esa sonrisa en el hermoso rostro de la menor.

– Alfa – lloriqueo la Omega extendiendo sus bracitos para que su alfa la cargará, pedido que obviamente la alfa realizó –

Empezó a dar nuevamente besitos por todo su rostro haciendo que la rizada riera y acercara sus rostros formando un besito esquimal.

– Te amo alfa – la Omega ronroneo –

Yo lo hago mucho más Omega – sonrió dejando un besito en sus labios – Por cierto, te traje algo –

– ¿Qué es? – pregunto emocionada con un brillo en sus ojos –

Adivina –

– ¿Helado de chocolate? – pregunto recibiendo una negativa por parte de la mayor – Ya sé, ¿el libro en físico de me before you? –

– Puede ser – sonrió mirando como la sonrisa de su Omega se ensanchaba –

¡Damelo! ¡Damelo! – exclamó emocionada aún en los brazos de su alfa –

La alfa río dejando un beso en la mejilla de la rizada – esperame aquí – se dirigió hacia su bolso y sacó una cajita con moñito, entregándoselo a su Omega –

– Gracias alfa – beso a su alfa feliz por el regalo que había obtenido –

La rizada habrio la cajita sacando su ahora libro, amaba todo lo que tuviera que ver con el romance; abrió el libro con la intención de leer y hubiera sido así, si el timbre no hubiera sonado en ese justo momento, se acordó de que ally iria esa noche y aún no tenía los pastelitos listos, Oops no había sido buena idea dormir tanto. La alfa fue la encargada de abrir la puerta, suspirando dramáticamente cuando miro quien estaba afuera.

– Oh sólo eres tú –

– Sip, sólo soy yo, pero adivina qué, hoy me quedaré a dormir aquí – dijo mostrando su mochila ganándose como respuesta un gruñido pot parte de la ojiverde

Camila, dile a tu alfa que deje de gruñir, ya parece perro con rabia –

La rizada río mientras saludaba a la rubia.

– ¿Ya están listos mis pastelitos? –

– Si, sobre eso – murmuro apenada –

Estaba bromeando, de hecho esperaba que pudiéramos hacerlos las tres – sonrió mirando a la pareja recibiendo una sonrisa con respuesta por parte de la rizada y un leve gruñido por parte de la ojiverdedeja de gruñir – puso los ojos en blanco mientras las tres de dirigían a la cocina –

Se tardaron al rededor de dos horas terminando los cup cakes, así que eras hora de empezar su pijamada, vaciaron algunas frituras, dulces, palomitas y gomitas en recipientes y se dirigieron hacia la habitación de la pareja, llevaron también gaseosas y obviamente los pastelitos, tendieron algunas sabanas en el piso y pusieron almohadas al rededor.

– Así que, ¿qué quieren ver? – pregunto la ojiverde con el control remoto en la mano –

Una película de amor – sonrió tiernamente la rizada, a lo que Ally concordó –

Mi Dulce Omega || Camren Donde viven las historias. Descúbrelo ahora