Mi Dulce Omega || Camren

CAPÍTULO IX ♡

La alarma sonó como de costumbre, seis de la mañana, sería un día genial, sería su día y de eso estaba completamente segura.

La rizada no tardó en levantarse de su cómoda cama, yendo rápidamente hacia el  espejo, se acercó a este analizando su cara, esperando a que no hubiera sido víctima a causa del acné de un día para otro, pues no pudo dormir bien el día anterior pero para su suerte no fue así, su cara estaba completamente limpia de acne y era algo que agradecía, todo debía estar perfecto para ese día.

Escucho pasos afuera de su habitación, era un milagro que Ally hubiera llegado puntual.

– Que bueno que ya estás despierta – fue lo primero que salió de la boca de Ally apenas entró en la habitación – vamos, ve a bañarte, no hay tiempo que perder – tomó a la rizada de los hombros y la arrastró al baño –

Suspiro y sin más cerró la puerta del baño, disponiéndose a hacer lo pedido por la rubia, tomó alrededor de cuarenta minutos en bañarse, desenredar su cabello e hidratar todo su cuerpo.

7:00 a.m.

– El desayuno está listo – dejó la bandeja en la cama en cuanto Camila salió del baño –

La rizada agradeció mientras empezaba a comer.

Hoy era su boda, mierda, iba a casarse con la persona que más amaba en el mundo, ¿acaso había algo mejor que eso? No lo creía, estaba tan jodidamente feliz y nada ni nadie podía cambiar ese sentimiento, estaba ansiosa porque llegará el momento de decir “Sí” eso le recordaba que tenía que repasar una vez más sus votos.

Habían planeado su Luna de miel a alguna playa extraña la cual no recuerda su nombre pero sabe que es hermosa, lo único que ronda por su cabeza es el momento en que su alfa y ella unan sus vidas para siempre, solo tenía que esperar a que el reloj marcara las tres de la tarde. Ni siquiera se dió cuenta de que ya habían llegado las señoritas encargadas de maquillarla y peinarla, suspiro feliz.

Todo lo que se escuchaba eran ruidos de personas moviéndose de un lado a otro, otra dando órdenes y por otras se refería a Ally, aquella Omega estaba mucho más nerviosa que le propia novia.

10:30 a.m.

Su maquillaje estaba listo, justo a tiempo; ahora seguirían con su cabello, lo cual sería demasiado fácil pues a la rizada no le gustaban ese tipo de peinados que usualmente las novias solían llevar a sus bodas, ella prefería su cabello suelto, al igual que sabía que su alfa también lo prefería así.

11:00 a.m.

Cabello listo, habían tres opciones dejar sus rizos y darles más definición, planchar su cabello y hacerle ondas o dejar su cabello completamente lacio, después de un gran debate la rizada ahora ya no tan rizada decidió que pondría su cabello en ondas, las mismas que su alfa portaba.

11:50 a.m.

Las uñas de sus manos estaban listas, eran blancas con florecitas rosadas dibujadas en ellas, las estaba amando tanto, ahora seguían sus pies.

12:35 p.m.

Las uñas de sus pies estaban listas, eran igualmente blancas sólo que estás ya no tenían flores, eran sencillas, las típicas uñas tradicionales, de todas maneras el vestido las taparia, así que no le tomó tanta importancia.

1:00 p.m.

Estaba completamente lista, tenía su vestido blanco puesto, llevaba guantes del mismo color del vestido que adornaban sus brazos, por último llevaba unas sandalias de color plateado, aunque estas no se podían ver debido al largo del vestido.