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Bang Chan, Minho y Jisung discutían en la oficina del primer mencionado sobre el cómo estarían preparados en caso de cualquier peligro, sin darse cuenta de la sorpresa que tenían. Todos tenían opiniones diferentes respectó al asunto, mientras que Bang Chan tenía la idea fija de resguardar a Changbin en la madriguera y vigilar día y noche, los otros querían tener días de descanso porque sus cuerpos colapsarían y entonces adiós protección.

Sin embargo, también querían luchar contra el consejo que tantos años han estado gobernando y que, seguían con las mismas ideas absurdas y leyes que separaron a varias manadas en el pasado y por algunas huyeron del lugar independizándose como ellos.

Un cuarto cuerpo de hizo presente en la habitación llamando la atención de los tres que discutían por el olor de molestia que estaba desprendiendo. Hyunjin estaba que explotaba por todo el lugar, su interior no lograba calmarse después de lo que vio allá afuera, no lo aceptaría, Changbin era de todos. Se sentó en una silla con molestia y refunfuñando para si.

—Woa que es ese olor, apesta -se quejó Félix también entrando al lugar y dándose cuenta de quien se trataba pues todos señalaron hacia el dueño de tal aroma.

—Hey, Hyunjin amigo, ¿sucedió algo? -pregunto Minho alzando las cejas y atreviéndose a preguntarle cuidadosamente. Pues un alfa enojado era algo con lo que debías ser sigiloso.

—Jeongin se pasó de la raya -contestó el contrario haciendo chocar sus dientes y suspirar de forma molesta.

Todos se miraron entre sí alzando sus hombros sin saber a qué se refería. Bang Chan no dudó en hacer la pregunta.

—¿Que hizo exactamente?

Al parecer esa pregunta solo hizo molestar más a Hyunjin pues su aroma incrementó llenando todo el lugar, ahora siendo más insoportable para sus olfatos.

—Hyunjin calma - intervino Félix poniéndose detrás de él, Hyunjin suspiró más en su cabeza se mantenía aquella imagen.

—Jeongin beso a Changbin.

Todos quedaron con sus bocas abiertas y Bang entonces también explotó.

—¿Que hizo qué? -pregunta Chan no queriendo creer lo que había escuchado.

Hace tiempo cuando llego Changbin a su madriguera, o más bien antes de que fueran por busca de él, habían decidido entre todos que, cuando Changbin se diera cuenta de su naturaleza, esperarían y compartirían entre todos. Estaba mal, pero por alguna rara razón él omega era como el predestinado de todos.

—Lo besó, ¿estás sordo?

Bang Chan estaba que echaba humo por las orejas, estaba rojo de rabia y Hyunjin estaba igual o peor que el. Pero el hecho que le molestaba a Hyunjin era otro.

—Yang Jeongin se las verá conmigo...

Hablando del Rey de roma, Jeongin asomaba su cabeza por la madriguera y todos arremetieron contra él reclamándole. El solo miró a Hyunjin molesto porque había contado todo.

—Jeongin, no puedo creerlo, ¡rompiste el acuerdo!

—¡Oh vamos! No pueden estar molestos conmigo cuando Changbin permitió que lo besara. -replicó Jeongin estando de brazos cruzados.

Todos discutían por insignificante detalle, hasta que uno de ellos pareció volver a su sano juicio. Seungmin miraba a su alrededor tratando de recordar que faltaba, hasta que el motivo de la discusión llegó a su mente  y ahí notó que Changbin no estaba.

—Oigan chicos... -murmuró Seungmin y todos le miraron, tener tantos ojos encima tuyo era aterrador-¿Y Changbin?

Todos entonces cayeron de golpe, y la molestia se disipó en el aire pero esta se reemplazó por una capa de preocupación.
Jeongin negó hacía sus mayores cuando estos le miraron y explicó que la última vez lo había dejado solo cuando Hyunjin le vio, y solo salió a correr. Félix colocó sus dedos en el puente de su nariz para relajarse.

—Maldita sea Jeongin, te dije que vigilaras a Changbin, ¿y que sucede? Lo besas rompiendo el acuerdo, Hyunjin vuelve molesto, huyes y Changbin desaparece.

—Félix, no es momento -intervino Bang-Debemos buscar a Chocolate.

Minho quien había salido a revisar la madriguera volvió con un rostro comprimido en preocupación y se dirigió a los chicos.

—Chicos... alguien se llevó a Changbin. Puedo oler perfectamente un aroma desconocido y se parecía al de Jackson...

—Maldición. -soltó Bang frustrado -El consejo.

Si, por una vez se les habían adelantado y estaba frustrado. Pero no descansarían hasta dar con su querido Chocolate.

(...)

Mientras en otro lado del mundo, un Changbin dormido era arrastrado hacia una celda, mientras tenía sus manos atadas con esposas. Changbin no tenía conciencia desde que habían salido de la madriguera, lo que era bueno para los secuestradores.

Un hombre canoso se acercó hasta donde el joven Jackson y le tocó el hombro, este se giró e hizo una reverencia hacia su mayor.

—Lo prometido es ley, gran jefe.

—Hiciste un gran trabajo, te lo recompensaré, ahora hay que mantener vigilado a Bang, no tardarán en llegar a aquí.

Jackson asintió y el hombre sonrió.

—Los tenemos en nuestras manos.

LOBOS ៚ Changbin Harem Donde viven las historias. Descúbrelo ahora