33

1.2K 140 24
                                    


Este tiempo de descanso de la gira le estaba viniendo muy bien a Natasha.

Se había concentrado tanto en sus conciertos y en no dejarse pensar en nada más que casi olvidaba tener tiempo para ella misma.

Lo poco que tenía eran las reuniones y salidas con las chicas de su banda a las que ahora asistía más a menudo. En parte gracias a Carol que le insistía, todo hay que decirlo.

Decidirse por fin a hablar y soltarse con alguien sobre su situación fue quitarse un peso de encima. Estaba mejorando y estaba aprendiendo a superar. Aunque sabía que aún le costaría y que por supuesto no podía dejar de amar tan rápido a Wanda.

Pero estaba sanando. Comprendió que no podía quedarse estancada en una ruptura. Y desde luego estaba dispuesta a no volver a arrastrarse por nada ni nadie, demasiado de eso en su vida.

Incluso había tenido un par de encuentros con una chica que había conocido en una de sus salidas. Eso era un avance, aunque no estaba segura de que volviese a pasar. La chica era preciosa, pero Natasha no estaba dispuesta a meterse en algo así de nuevo, no todavía.

Así que estos días de vuelta en casa quería que sirvieran para relajarse un poco, y tal vez pensar.

También quería aprovechar para ver a su hermana, aunque aún no había podido ya que estaba extrañamente ocupada estos días con algo del trabajo según le había dicho.

Y sabía que tenía que ir a visitar a Clint, era algo que había dejado pendiente cuando se fue de gira, y tenía que disculparse con él.

Le escribió y se presentó una tarde en su apartamento. Él la recibió con una sonrisa y un abrazo y ella se disculpó varias veces por haberse alejado y haber apartado a su mejor amigo de esa forma.

Se sentía fatal por ello, pero Clint entendió por lo que estaba pasando y que tuvo sus tiempos de procesar. Aunque se preocupó mucho por ella, no le guardaba ningún tipo de rencor.

Estuvieron hablando un tiempo hasta que sonó el timbre de casa de Clint. Él se levantó a abrir mientras ella esperaba pacientemente en el sofá revisando algo de su teléfono.

Cuando su amigo abrió le pareció oir una voz que se le hacía parecida a la de Tony, así que no pudo evitar prestar más atención levantándose y acercándose al pasillo.

Al momento reconoció que era él, aunque no entendía mucho de la conversación. Le pareció oir los nombres de Yelena y Pietro. Tal vez era una tontería entre ellos.

Sabía que recientemente su hermana había comenzado a llevarse algo mejor con Clint, y por supuesto eso incluía a Pietro. No sabía que pintaba Stark ahí pero al fin y al cabo se conocía de hace bastante con su amigo.

Estaba dispuesta a alejarse de nuevo, pero entonces fue cuando oyó su nombre.

– Mira Barton no te entiendo, pero me da igual. ¡Banner colaboró! ¡Tenemos pruebas explicitas de todo lo que pasó con Wanda!

Espera un segundo.

Aquí pasa algo más. ¿Qué hacía Stark en la casa de su mejor amigo hablando sobre Wanda y Bruce Banner? Esa parte de la conversación ya no parecía tan casual. ¿Y pruebas de qué? ¿Qué pasó con Wanda?

– ¿Que tenéis qué Stark? –dijo ella dejandose ver en el pasillo con una expresión confusa.

Pudo ver como Clint se ponía rígido y el moreno la miraba sorprendido.

– Oh vaya. –rió nervioso.– Hey Nat, no sabía que andabas por aquí.

– Ya veo.  –los miró a ambos, observando como Clint no se atrevía a mirarla.– ¿Me va a explicar alguno de los dos que está pasando?

Las apariencias engañan - wandanat / scarletwidowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora