𝐈

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¿𝐓𝐢𝐨𝐬 𝐨 𝐭𝐢𝐚𝐬? 𝐄𝐬𝐚 𝐞𝐬 𝐥𝐚 𝐜𝐮𝐞𝐬𝐭𝐢ó𝐧

C E L I A


Beep, beep!...

¿Es ese mi despertador?¿Por qué coño tengo el despertador puesto cuando estoy de vacaciones?

Justo cuando iba a callar al dichoso despertador y continuar durmiendo entra Vicky irradiando felicidad y alegría por donde pasa y abre la puerta de mi cuarto de par en par.

  —!Oh, vamos Celia, no puedes pasarte todo el verano durmiendo!— dijo Vicky mientras reía— Podemos hacer muchas cosas que no incluyan dormir como plan principal.

—¿Eres consciente de que existe algo llamado tarde?, porque yo creo que no— dije mientras me tapaba la cabeza con las sábanas— Deja que por lo menos me espabile un poco.

—No tienes remedio— dice mi amiga mientras ríe y sale del cuarto— ¡Sigo pensando que comprarte una cama de matrimonio para ti sola fue una mala idea!

Río por lo bajo y me destapo la cabeza. Me reincorporo y estiro el brazo para alcanzar mis gafas que descansaban en la mesita de noche. Esto de ser miope es la ostia si.

Entonces me levanto y me dispongo a lavarme la cara para despertarme un poco. Vaya pelos llevo, pienso. Sin más, me dirijo a la cocina para desayunar algo. Mientras cruzo el salón doy gracias a que el piso no es realmente grande y llego relativamente rápido a esta.

Comparto piso con dos de mis amigos más cercanos, Vicky y Aegan. Decidimos que era buena idea independizarnos cuando nos enteramos que nos habían cogido en la universidad que siempre habíamos querido, en Barcelona.
En un principio, la localización de esta me había echado bastante para atrás, y es que siendo de Málaga era un poco locura; pero mira tú por dónde, un año más tarde aquí estoy. Siendo sincera es un sueño hecho realidad aunque a veces no lo aprecie tanto como debería. Creo que también influye el hecho de que no me gustan las ciudades grandes.

Cuando estábamos en busca de apartamentos para los tres, encontramos este. Estaba muy bien comunicado con los campus de cada uno de nosotros y pertenecía a una zona comunitaria bastante buena, así que no le dimos más vueltas. Creo q el único problema son las ventanas; nunca creí que diría esto, pero los grandes ventanales de la sala de estar dan justo a los ventanales del salón del apartamento de enfrente y más de una vez hemos tenido algún que otro avistamiento de nuestro vecino.

Aunque tampoco me quejo, quiero decir, no está para nada mal el chaval, no nos vamos a engañar.

A veces me da curiosidad saber cuántos años tendrá, tiene pinta de no ser mucho mayor que nosotros. Y además sus tatuajes se ven interesantes, ¿Estaría mal preguntarle acerca de ellos sin siquiera conocerlo?¿Me haría ver como una desquiciada? Creo que si, mejor obviemos esa opción.

Joder, a quién voy engañar, mi vecino me parece putamente atractivo y es algo que no puedo evitar. Realmente tiene algo que me hace sentirme atraída por él, no se que es pero por el momento seguiré haciéndome creer que es solo por sus tatuajes.

Suspiro y ruedo los ojos cuando me percato de que he optado por ayunar y me encuentro frente a los dichosos ventanales como si esperara algo, o más bien, a alguien.

Dios Celia, creo que tu última relación te ha dejado tocada.

— Joder tía, no sabía que te iba el rollo voyeur ese— dijo una voz conocida a mis espaldas, era Aegan.

—Joder Aegan, que susto coño— dije dándome la vuelta hacia él— No digas gilipolleces tío, solo...me intriga, eso es todo.

—Claro, hagamos como que no te pone cachonda tu vecino tatuado— dice mi amigo mientras me da golpecitos en el hombro.

 𝐓𝐀𝐓𝐓𝐎𝐎𝐒 - XCRYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora