𝘽𝙪𝙨𝙘𝙤 𝙚𝙨𝙥𝙤𝙨𝙖 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙢𝙞 𝙝𝙞𝙟𝙤. 𝙓𝙞𝙖𝙤𝙫𝙚𝙣.♡

2. Alcohol y faldas.

AVISO IMPORTANTE: El capitulo contiene diluven (Diluc x Venti).
Menciones al divorcio, engaño, abuso de alcohol y adopción.
Ligera escena ""sexual"" (Nada fuerte.)

Disculpe las molestias.
Zzz...

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—Y Venti... solo Venti? No tienes apellido?— El nombrado levantó su cabeza, abrió en grande sus ojos y se dilataron sus pupilas con emoción, se encontraba levantandose del sofá para irse sin escuchar su nombre, pero parece que en verdad si era un trabajo para el.

—No, no tengo apellido.— No era cierto, este rogaba por que se tratara de el y no de algún otro "Venti sin apellido", aunque era muy poco probable.

—Oh, bien, eso es todo entonces...— Ya habiendo nombrado a todos los de la lista, la joven volvió a ver a su padre, recibiendo un asentimiento con la cabeza por parte de este y retirandose en el acto.

—Eso es todo, los que no fueron nombrados pueden retirarse, muchas gracias por su tiempo.— Dijo Zhongli hablando alto y con amabilidad, recibiendo varios gritos enojados por quienes no habían sido nombrados y hasta algunos insultos, este no quitaba su bella sonrisa en ningún momento.

Una vez se habían ido todos los descartados, Venti y los demás elegidos formaron una hilera, uno al lado de otro, parados derechos y atentos a ordenes de su nuevo jefe, como si fueran a ser despedidos en cualquier momento. Este por su lado había ido a la cocina, volviendo con una bandeja llena de postres, uno para cada uno.

—Tranquilos, pueden sentarse, el trabajo comienza mañana ahora es demasiado tarde.— Era verdad, pasado todo esto se habían hecho las ocho de la noche, era una noche fresca, pero no fría, el regreso del de trenzas a su hogar no sería muy problematico. Ya todos sentandose con más tranquilidad, le sonrieron a Zhongli, entre risas y algunas charlas de fondo. A este le había hecho algo de gracia la obediencia y temerosidad de los demás, repartiendo los postres de aquella bandeja a sus nuevos empleados, siendo Venti el primero.

—Quiero que sepan que no soy de esos jefes mandones ni super controladores, yo me lo tomo con calma.— Dejó la bandeja ya vacía en la mesa del centro de la sala, viendolos a todos comer su postre con cara de gusto total.
—Mi pareja es quien se encargará de los despidos, supervisión y control, a el es a quienes deberían tenerle miedo.— En ese momento empezaron los murmullos algo fuertes, se escuchaba la preocupación de varios, hasta que una chica rompió estos alzando la voz.

—Y donde está el ahora?— En conjunto se hizo un bullicio de afirmación, aún no se sabía de su paradero, todos lo habían conocido, pero ahora no estaba presente, bueno... todos menos Venti.

—Le surgió un trabajo, no se preocupen por eso.— Le restó importancia sacudiendo su mano, los demás solo afirmaron con desconfianza, no por Zhongli, si no por lo que parece su mandon segundo jefe.
—Bien... espero que nadie se esté arrepintiendo de haber sido elegido, los que aún no lo hicieron, los espero mañana en la mañana aquí con sus maletas.—

Venti sonrió al escuchar eso, había olvidado que iba a vivir ahí desde ahora, haciendose una imagen mental de como sería la habitación en donde se quedaría, y por supueso como la decoraría.

Se despedía de su jefe a la distancia con una sonrisa algo agotada, abriendo la reja de esa gran casa y cerrandola tras de sí, caminando a un lado de sus nuevos compañeros de trabajo, Venti no era alguien timido, era bastante extrovertido y amistoso en realidad, pero pensar en hacer el ridiculo en frente de personas nuevas le aterraba, así que solo se alejó unos pasos de ellos, evitandolos.
Algo que le llamó la atención, fueron las similitudes que se encontraban entre los veinte elegidos, todos eran jovenes y fisicamente atractivos a los ojos de Venti, lo que hizo dudar a este en si Zhongli en verdad tenía pareja o no.