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OMNISCIENTE
Madison despertó en la habitación de su padre en la academia donde había dormido la noche anterior, tomo el único cambio de ropa que llevaba en su bolsa y se dirigió a uno de los tantos baños de la academia para darse una ducha.
Al salir, bajo un piso en el que a lo lejos pudo visualizar a Luther y Allison a lo que se acerco un poco, al acercarse pudo ver a Grace sentada en la silla en la cual acostumbraba bordar pero se podía ver su brazo abierto asiendo visibles cables rotos. Grace había muerto, por así decirlo, aunque sea solo un robot, ahora que Reginald murió nadie la podrá reparar.
Madison sorprendida y algo triste no dijo nada ni siquiera se acerco pues ya sabia lo que le había pasado a Grace además de que no quería intervenir en la conversación de Luther y Allison. Así que tomo su bolso salió de la academia y tomo un taxi hacia su casa.
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Por otro lado, Diego se encontraba en casa de Patch recostado en suelo del porche de la casa con sus pies en el ultimo escalón.
─¿Qué paso? ─Patch salió de su casa encontrándose con Diego─ ¿A quien hiciste enojar esta vez?
─Di tanto como recibí
─No fue lo que pregunte ─le ofreció una taza de café a Diego haciendo que este se sentara
─¿Cómo va todo ese papeleo?
─Es apasionante, tengo a dos sujetos enmascarados, balas muy extrañas, una huella de un caso sin resolver de los años 30 y me entere de que el tipo de los remolques que estaba en la cafetería no tenia ningún pariente.
─El niño
─No era su hijo al parecer, es nuestro único posible testigo, y es un completo misterio ─lo miro por unos segundos─ Ya dime, ¿Qué pasa? ─se cruzo de brazos
─¿Que? ─Diego giro su cabeza para verla
─Te pude haber puesto al día por teléfono ¿Para que viniste?
