CLAN UCHIHA - (Honor, Deber y Sangre)

Capitulo 1

Sasuke, hace dos años.

Me quede mirando hacia abajo sobre mis manos cubiertas de sangre, y luego hacia el cuerpo sin vida de mi esposa. Cerré la puerta poco a poco. Las rosas rojas que la criada había comprado para Kurotsuchi como regalo por nuestro quinto aniversario, yacían dispersas junto al cuerpo inerte. Rosas rojas combinando con la sangre.

Recogiendo mi teléfono llame a mi hermano Itachi.

- Sasuke no tiene una cena reservada para tu aniversario de bodas -

- Kurotsuchi esta muerta -

Silencio

- ¿Puedes repetir eso? -

- Kurotsuchi esta muerta -

- Sasuke... -

- Alguien tiene que limpiar esto. Informa a Padre y Madara, y enviá un personal de limpieza -

Mi esposa estaba muerta, la tristeza y la desesperación, fueron las emociones esperadas, pero solo sentía enojo y resentimiento a medida que veía el ataúd siendo bajado hasta su tumba.

Kurotsuchi y yo habíamos estado casados durante cinco años. La muerte termino nuestro matrimonio, en el día de nuestro aniversario, un final apropiado para una unión que estaba condenada al fracaso desde el principio. Tal vez es el destino que hoy fuera el día mas caluroso del verano. El sudor me corría por la frente y la sien, pero las lagrimas no se unirían.

Padre apretó su agarre sobre mi hombro, ¿era para estabilizarse a si mismo o a mi?, su piel había estado pálida desde su segundo ataque al corazón, y la muerte de Kurotsuchi no ayudaba en nada. Se encontró con mi mirada preocupado, las cataratas nublan sus ojos, cada día que pasaba se desvanecía aun mas. La Mafia te comía entero si parecías vulnerable.

Le di un pequeño asentimiento y luego volví a la tumba con mi expresión de acero.

Todos los lugartenientes del Clan Uchiha estaban presentes, incluso Madara Uchiha, nuestro Capo, había venido de Tokio con su esposa. Todos llevaban expresiones solemnes; mascaras perfectas, como la mía. Pronto me darían sus condolencias, susurrando palabras falsas de consuelo, cuando los rumores sobre la muerte prematura de mi esposa ya estaban circulando.

Una nueva ola de furia atravesó mi cuerpo, pero la descarte. Muy pocos de los hombres alrededor eran amigos, la mayoría buscaba una señal de debilidad. Era un lugarteniente joven, demasiado joven ante muchos ojos, pero Madara confiaba en mi para gobernar sobre Kioto con puño de hierro, no le fallaría a él, a mi hermano ni a mi padre.

Después del funeral nos reunimos en mi mansión para almorzar. Akane, mi criada, preparo comida para los invitados.

Actualidad

Izuna Uchiha y yo habíamos trabajado juntos en muchas ocasiones, no por elección mía. Mi tío Madara, mi Capo, quería que trabajara estrechamente con él, ya que seria mi Consigliere; como había sido decidido hace un año, pero yo odiaba profundamente a Izuna. Era un ser cruel y vengativo, que prosperaba al degradar a las personas que consideraba menos ( a las mujeres, los soldados de bajo rango sujetos a su mando, y sus hermanos mayores; Fugaku y Madara) y aunque yo era un hombre cruel y vengativo, no encontraba satisfacción alguna al humillar a los demás, mucho menos a las mujeres.

Las pocas veces que me vi obligado a visitar uno de nuestros prostíbulos, vi de primera mano lo que Izuna consideraba divertido. Izuna era sádico, en la cama y fuera de ella. No podía ni imaginar que alguna mujer supiera el alcance de su depravación.

Izuna y Obito esperaban junto al auto cuando llegamos Jugo y yo. Izuna sonrió ampliamente, su cabeza aun mas alta y su pecho inflado. Les di a él y Obito un asentimiento tajante. Si pronunciaba una palabra ahora, no seria ni remotamente cerca al frio sofisticado por el que era famoso. Jugo les estrecho la mano, pero la forma en que su boca se adelgazo cuando toco a Izuna, era obvio lo que pensaba de él. A muy pocas personas les agradaba Izuna.