CLAN UCHIHA - (Honor, Deber y Sangre)

Capitulo 23

Sasuke

Me llevó semanas pedirle a Sakura que volviera a nuestra habitación. Una disculpa aún no pasaría por mis labios, incluso si habría sido lo correcto a hacer. Sakura estaba embarazada de mi hijo y no podía admitir mi error, no podía pedirle perdón como lo habría hecho cualquier esposo bueno. Kurotsuchi no me había dicho la verdad sobre su infertilidad. Izumi me lo había dicho después de que admitiera mi discusión con Sakura en un momento de debilidad cuando hablaba con Itachi y ella. Kurotsuchi se había preocupado de que la considerara menos si me enteraba que no podía quedar embarazada, por no hablar de la reacción de mi padre si alguna vez sabía.

A pesar de mis muchos defectos, Sakura regresó a nuestra habitación, luchando por nuestro matrimonio, algo que yo todavía no podía hacer de la manera que se merecía. El pasado había tenido poder sobre mí por demasiado tiempo. Tenía que dejarlo ir. No podía perder a Sakura.

Kizashi y el hermano de Sakura vino por la tarde a nuestra reunión para continuar con la gestión de pasar el titulo de Lugarteniente de Osaka a Sojiro Haruno. Abrazaron a Sakura con fuerza, besándola en la mejilla y susurrando algo en su oído que la hizo sonreír, lo cual murió cuando me miró.

La culpa siempre me tomaba por sorpresa, cosa que no debería, ya que era un sentimiento común en torno a mi esposa últimamente.

Con otra mirada tierna a Sakura, Kizashi y Sojiro finalmente se dirigió hacia mí y me siguió hacia la oficina. Tuvo problemas para mantener a raya su entusiasmo. Una vez que estuvimos en la oficina, me agarró de la mano y apretó.

- Felicidades. Estoy muy feliz por ti y Saku -

Asentí brevemente. Esta era la reacción que Sakura había esperado de mí. Sin embargo, aún no podía mostrarle lo que sentía, que también estaba ansiando tener un hijo con ella.

Nuestro hijo. Era un pensamiento sorprendente. Había hecho las paces con no tener hijos cuando Kurotsuchi se había enfermado. Nunca la culpé, aun cuando a menudo se sentía culpable por no darme un heredero como todo el mundo esperaba de ella. No solo deseaba a Sakura y anhelaba su cercanía, sino que también me estaba dando lo que Kurotsuchi no podría.

Me aparté de mis pensamientos cuando me di cuenta de lo preocupado que

Kizashi me miraba.

- ¿Estás bien? -

- Por supuesto – dije - Sakura y yo estamos entusiasmados por ser padres -

Los dos entrecerraron los ojos pensativos.

- ¿Estás seguro que todo está bien? ¿Se trata del bebé? ¿Es una niña? -

Hice una mueca.

- Incluso si se tratara de una niña, estaría feliz. El niño está bien -

¿Lo estaba? Aún no había hablado con Sakura sobre nuestro hijo, nunca la había acompañado al médico. Mierda. Era un maldito bastardo.

- ¿Qué tal si nos centramos en los negocios ahora? Naruto estará aquí pronto -

Los dos asintieron lentamente, pero podía decir que no estaban feliz conmigo. Eso nos hacía tres.

Había estado enterrado en el trabajo todo el día, y sin embargo mis pensamientos habían girado en torno a Sakura. La casa estaba en silencio cuando volví. Quizás Sakura había ido con Hinata. Quizás me estaba evitando como la evitaba a ella. Tenía que superar mi orgullo, mi maldita terquedad y hablar con mi esposa.

Entré en mi oficina y me tensé cuando encontré a Sakura adentro. Para el momento en que se volvió hacia mí, supe que algo estaba muy mal. Parecía desconsolada y cerca de las lágrimas. Mi interior se convirtió en piedra. ¿Le había pasado algo al bebé?