Capitulo 9

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Si hubiese pensado que la charla de la noche anterior con Sasuke lo haría reconsiderar nuestra disposición con los lugares durante el desayuno o incluso que él quiera hablarme, habría estado horriblemente equivocada. Al igual que ayer desapareció detrás de su periódico después de un saludo rápido. No estaba de humor para pelear por su atención. Estaba demasiado confundida y herida por su continuo desinterés en mí. Como mi desayuno silenciosamente. Él ni siquiera levantó la mirada cuando me fui.

Usualmente le habría preguntado si quería que lleve a uno de sus hombres como guardia conmigo a la casa de Hinata, pero estaba muy enojada. Tenía una licencia de conducir. Sasori había querido que obtenga una después de habernos casados, lo cual, tristemente no era normal para los hombres en nuestro mundo. Después de ponerme mi abrigo y agarrar mi cartera, caminé al garaje. Sasuke me había dado las llaves de la casa, incluyendo la del garaje. De los tres autos estacionados, el Mercedes GL era el que menos llamaba la atención. Tomé las llaves del gancho en la pared y me deslicé dentro del auto. Me tomó un momento encontrar en el tablero de mandos el botón que abría el portón, pero finalmente conduje fuera por el camino de bajada, un guardia que no conocía patrullaba la valla de entrada pero no intentó detenerme cuando abrí la verja presionando otro botón. Manejé fuera de las instalaciones y la verja se cerró automáticamente detrás de mí.

Se sentía bien manejar de nuevo, incluso si no me gustaba el tráfico de Kioto, pero había pasado mucho desde que se me había permitido conducir por mi cuenta. Mis padres habían estado demasiado determinados a mantenerme bajo su vigilancia para dejarme salir sola después de la muerte de Sasori. Conocía el camino de memoria hacia la casa de Hinata, había ido incontables veces a través de los años, y sólo me tomó treinta minutos desde la mansión de Sasuke.

La casa de Hinata y Gato era mucho más pequeña que la de Sasuke y la de mis padres. No tenían un largo camino de entrada en donde pudiera estacionar. En su lugar, tuve que dejar el auto en la calle. No es que estuviera preocupada de que alguien podría robarlo. Las calles en donde los miembros de la mafia vivían usualmente eran seguras, a menos que tomes en cuenta el riesgo de un ataque por parte de los Yakuzas o la Triada. Caminé a la puerta de entrada, notando a uno de los hombres de Gato sentado en un auto al otro lado de la calle vigilando la casa. Gato no estaba en un rango tan alto como los hombres de mi familia o los Uzumaki. Naruto Uzumaki se había convertido en el Consigliere de Sasuke y el hermano mayor, Mema Uzumaki, era el Lugarteniente de Hyogo. Pero Gato tampoco era un simple soldado. Siempre mantenía un guardia cerca de la casa para vigilar a Hinata, o lo que yo sospechaba: para asegurarse que ella no huyera.

Él no me detuvo, sólo inclinó su cabeza en un gesto de respeto. Toqué el timbre. Hinata abrió la puerta, luego dio un vistazo detrás de mí.

- ¿Dónde están tus guardias? -

Me encogí de hombros.

- no traje ninguno. Sasuke nunca dijo que tenía que salir con guardias --

- ¿No te meterás en problemas? - preguntó a medida que cerraba la puerta y me guiaba a la sala de estar. Al igual que siempre, su marido no estaba en casa. A ella por supuesto no le importaba. Había aumentado un par de kilos desde que Gato había sido forzado a trabajar más horas. Ahora ya no lucía tan demacrada.

- ¿Por qué lo estaría? - dije. Ni siquiera estaba segura que a Sasuke le importaba si dejaba la casa sin protección. Parecía demasiado ocupado con Dios sabes qué.

Hinata me miró preocupada.

- deberías ser cuidadosa. Sasuke es un hombre peligroso. Siempre parece estar en calma y control, pero Gato me dijo que no tolera la desobediencia - Eso en realidad no me sorprendió, pero no podía realmente desobedecerlo si él no me dio una orden en primer lugar.

CLAN UCHIHA - (Honor, Deber y Sangre)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora