RAMÉ (Alemex)

capitulo 12

Centro se quedó callado mientras Norte lo ayudaba a subir las escaleras, se sentía tan débil, enfermo, escucho a norte murmurar que prepararía algo para el, centro asintió mientras se metía en las colchas, dejo sus lentes en la mesita a su lado y descanso sobre su almohada, Norte apagó la luz y lo mando a descansar.

Cerro los ojos con un suspiro, su cabeza dolía de nuevo y el calor empezaba a hormiguear por toda su cara, llevo sus manos a su rostro y pensó una vez más en el ataque, el joven Corea del Sur dijo que tuvo alucinaciones, había tenido, claro que los había tenido, aveces era la imagen de su padre en sus últimos momentos, pero nunca lo había transportado a otra habitación.

Habían figuras que se mezclaban con los países aveces, solo eso, lo miraban y se desvanecen después de un momento.

Nunca le hablaron, nunca lo tocaron, nunca...

Nunca había sido la Alemania Nazi.

Miro el techo una vez más, todo era oscuro, algo a lo que estuvo acostumbrado desde joven, vio la puerta abrirse, la madera oscura de la puerta fue remplazada por una puerta de hierro, intento levantarse solo para llevarse la mano a la boca, la persona que entró le entrego una cubeta y lo inclino al costado de la cama para que vomitara.

Más miasma espesa salió de su boca, sus ojos se cerraron cuando las arcadas se hicieron más y más asquerosas. Jadeo contra la mano que limpio los residuos en su boca, levantó temblorosas manos contra su captor y trato de golpearlo, el otro solo se burló y lo recostó de nuevo.

–Ist das der Mann, der vor ein paar Stunden versucht hat, mich zu beißen? (es este el hombre que hace unas horas intento morderme?)– México Centro Apretó la mandíbula tragando toda su irá, no era real pero el solo recuerdo de Austria sea torturado de nuevo era aterrador.

–Schau dich an, so schwach in einem Anfall von Korruption, ein Zeichen der Schwäche, das verschwinden wird, sobald du meinem Imperium beitrittst. (mírate, tan débil en un ataque de corrupción, un signo de debilidad que desaparecera una vez te unas a mi imperio)– la mano roja acaricio su mejilla, se retiró del toque, su cabeza estaba nublada, pero sabía que no quería que esté bastardo lo tocará.

La sonrisa afilada paso de una sonrisa a una mueca.

-Wenn Ihr Fieber schlimmer wird, bedarf es mehr als nur einer einfachen Mahlzeit, um wieder gesund zu werden (tu fiebre está empeorando, se necesitara más que solo una comida simple para tenerte de vuelta)– Murmuro pasando su mano por el cabello tri color, México Centro respiraba con dificultad mirando con cautela al Alemán –Gibt es etwas, das du willst? (hay algo que quieras?)–

Centro enseño los dientes con un gruñido, el alemán se sorprendió, por qué? No es como si fuera la primera vez que le hacía está falta al Nazista.

–jode...te– siseo con la garganta adolorida.

El alemán se quitó la gorra y masajeó su cabello rojo, antes de masajear su rostro, centro pudo verlo mejor, sentado sobre la orilla de la cama luciendo derrotado, centro frunció el ceño, que mierda le pasa a ese imbécil.

–Warum machst du das so schwierig? Du weißt nicht, wie sehr ich mir Sorgen um dich mache. (por que haces esto tan difícil, no sabes lo preocupado que estoy por ti)– Nazi parto de su mano y lo miro, ojos azules bajo un flequillo desordenado rojo, centro soltó una pequeña risa que trajo la atención completa del Nazista de sorpresa a irritación –Sie sind ein lustiges Mexiko (que están gracioso México)–

–tienes un lindo flequillo– trato de que fuera una burla pero salió apenas como un murmullo, no ayudo que su sonrisa que siempre fue voraz fuera pequeña y dulce, el alemán parpadeo y llevo una mano a su flequillo.

–Ich habe keinen Pony, Mexiko (no tengo flequillo México)– gruñó apesar de no poder hacer nada por el cabello revelde –wieder im Delirium, ich bringe dir etwas gegen dein Fieber (deliras de nuevo, te traeré algo para la fiebre)–

Pudo ver cómo el alemán se colocaba la gorra y se levantaba, caminando hasta la puerta, una ansiedad crecía en su pecho con cada paso que se alejo.

–como... Esta?– la Alemania nazi se giro para verlo, parecía desconcertado.

–Das? (que?)– centro intento sentarse pero le fue imposible, el alemán volvió y se paró al lado de la cama, entre cerro los ojos buscando algo que centro no estaba seguro de que fuera.

Centro miro sus lentes y luego al Nazi, trato de formar las palabras y suspiro.

–tu hijo... Él... Esta bien?– El alemán se quedó callado antes de fruncir el ceño.

–Ich habe keine Kinder, Center (no tengo hijos, Centro)– centro se extraño por el nombre el nunca lo había llamado tan informal –Du bist schlimmer, als ich dachte, ich rufe an... mach dich nicht verrückt, wenn ich gehe (estás peor de lo que pensé, llamaré a ... , no enloquezcas en lo que me voy)–

Se fue más rápido de lo que creyó, la habitación se puso oscura de nueva, su cuerpo se calentó aún más, respiro con dolor, que estaba tomando tanto tiempo? Gruñó agarrando la colcha que lo arropaba, la puerta fue abierta de nuevo, Alemania se paro en la puerta mirándolo con grandes ojos, entró corriendo cayendo de rodillas junto a la cama, pudo sentir al pequeño pais acariciando su rostro, una sensación fría contra su rostro, un paño frío se puso en su frente.

Bebió agua de la botella que le inclino y suspiro de alivio con el líquido bajando por su garganta, miro con ojos llorosos al hombre a su lado, la preocupación en sus ojos azules calmaron un poco su cabeza martillante, centro levantó una mano y tomo la mejilla del europeo.

La joven bandera detuvo sus movimientos para mirarlo, centro una vez más sonrió en el delirio, acaricio con el pulgar la suave piel rayada.

–hola– Murmuro con una risa.

–Mr. Center, South rief mich an und sagte, er hätte einen Rückfall erlitten, ich bat Italien um einen Schnellflug (señor Centro, Sur me llamo dijo que había sufrido una recaída, yo, le pedí a Italia un vuelo rápido)– hablo rápidamente acomodando sus lentes y tomar la mano roja que acunaba su mejilla roja.

–estas bien– cerro los ojos con un suspiro feliz.

–Das? (que?)– se extraño el menor.

–no te hizo nada verdad?– Alemania creció ante sus ojos, pero apesar de la altura, seguía viendo al pequeño Alemania.

– Herr Center? (señor Centro?)– Murmuro la joven bandera, México Centro cerro los ojos finalmente relajado, recuerda muy bien lo enojado que había estado Nazi cuando Alemania había entrado a su habitación/celda. La sola idea de lastimar a su propia herencia, no podía imaginar eso, nunca podría pasarle por la cabeza tal terrible pensamiento.

–eso es bueno, creo... Que está bien entonces– Centro no pudo escuchar al otro país parecer desconcertado antes de llamar a quien estuviera fuera si el fuerte golpe de la puerta abriendose le hubiera dicho algo.

Está bien, solo necesita dormir, eso es todo.

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Corto pero espero poder retomar las historias pronto.

Gracias por su paciencia pero creo que las actualizaciones será lentas