Jake y tú ya llevaban un tiempo saliendo, ambos habían tomado la decisión de vivir juntos hace unos meses, todo bien hasta que algunos problemas comenzaron a formarse.
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#𝐉𝐀𝐊𝐄 ¡🥞
Los días pasaban, ambos estaban en la Universidad pero algo había cambiado, al principio estabas completamente de acuerdo en que tú querido novio estudiará Medicina, aún así sabiendo las consecuencias.
Tú estudias Comunicaciones, por obvias razones tu carrera no te quitaba tanto tiempo como la del castaño, este cada vez estaba menos en casa.
La rutina de Jake casi diariamente era despertar, tomar un desayuno para llevar, ir a la universidad, hacer sus prácticas, hacer sus tareas, dormir y repetir.
Aquello estaba empezando a cansarte, tanto que una noche estabas esperando a Jake en la sala de estar, cuando esté llegó se acercó a ti y dejó un corto beso en tus labios.
— No creí encontrarte despierta —sonrio suavemente mientras dejaba sus cosas en el sofá para luego empezar a sacar su computadora.
— Jake, tenemos que hablar —mi tono de voz era serio y algo agotado, al parecer eso pareció llamar su atención, dejó sus cosas y asintió mirándome atento.
— Esto... Y-ya no puedo más —dije sin mirarlo, no queria llorar, debía ser fuerte.
— Honey, ¿A que te refieres? —pregunto preocupado, me tomo de las manos suavemente a lo que yo me levanté del sofá.
— Sabía que esto pasaría pero ya no quiero seguir así, casi no estás en casa, apenas pasamos tiempo juntos —dije yo, este pareció entender mi punto y se levantó de donde estaba.
— Lo entiendo, pero dijiste que estaba bien, dijiste que me apoyarias así como yo lo hago contigo.
En ese momento la primera lágrima cayó deslizándose por mi mejilla, es cierto, pero ya no lo podia soportar.
— Entonces lo lamento pero... Si nuestras relación sigue así no creo poder seguir apoyándote
Al irme del lugar el castaño se había quedado solo, en aquella sala que alguna vez se sintió cálida, estaba mal, las emociones eran un remolino.
Se sentía decepcionado, frustrado, pero por sobre todo... Abandonado.
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