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Vegasʼ POV

Mientras que Kinn me reclamaba yo solo podía centrar mi vista en Pete y lo decepcionado que se veía, realmente haría un juramento conmigo mismo cuando todo esto acabará y me prometere jamás volver a causar esa mirada en sus ojos.

Todo fue muy rápido, en cuestión de segundos una ráfaga de disparos llegó a nosotros y por inercia tape el cuerpo de Porsche ya que suponía eran algunos de mis hombre que trataban de darle a Kinn pero tenía la certeza de que a Pete no le dispararian, en un abrir y cerrar de ojos el cuerpo de Pete cayó sobre mi y el sonido de un arma detonar llegó hasta mis oídos, esto no podía ser real, tenía que ser un mal sueño, un error; como pude cargue a Pete y corrí hacia uno de los cuartos de intendencia que se encontraban en el estacionamiento, importandome poco que me dispararan o que Kinn y Porsche vinieran atrás de mi.

Apenas recosté a Pete en el suelo vi su rostro pálido y como sus ojos poco a poco iban perdiendo su brillo, ese brillo el cual había llegado a iluminar la penumbra de mi vida, esto realmente no podía estar pasando.

Su mirada divagaba en los que nos encontrábamos presentes en ese cuarto, hasta que la enfocó en mi, mis ojos picaban y vi como con sumo cuidado Pete levantaba su mano y la posaba en mi mejilla tratando de limpiar la lagrima que resbalaba por esta.

-No lo hagas Pete, no me dejes, no puedes ¿de acuerdo? No puedes dejarme porque sin ti nada será igual, perdoname de verdad, tienes que vivir para que yo te pueda explicar todo, si es necesario me hincare por tu perdón pero no me deje, no de nuevo - sentía que la vida se me escapaba de las manos y yo no podía hacer nada, aquel brillo que llegó a iluminar mi vida en este momento se iba apagando y no podía hacer nada para evitarlo, solo podía gritarle a Kinn que consiguiera un carro para llevar a Pete al médico ya que en este momento ninguna ambulancia entraría aquí.

Comencé a disculparme porque necesitaba que Pete supiera que lamentaba todo el daño que le llegue a causar, necesitaba que supiera que cambie por el, necesitaba que escuchara con atención mis palabras, lo necesitaba a él, lo necesitaba más que al aire y me estaba siendo arrebatado de la forma más injusta; trataba de ejercer presión en el área perforada por la bala pero aún así el sangrado no paraba.

- N-no llore-s Ve-egas, no e-es tu culpa, debes ser f-eliz y cuidar de Ma-ccao y de ti - escuche como con dificultad comenzaba a soltar aquellas palabras y vi como dirijo su mirada hacia Porsche - no h-ay nada que perdonar, se ff-eliz con quien amas que-erido Porsche - y poco a poco busco con la mirada a Kinn - gra-acias por tanta clemencia y díg-ale a Khun Tan-nkhun que fue el mej-or jef-fe que pude.... - en ese momento deje de escuchar sus palabras porque mi cerebro conecto cada una de las cosas dichas, Pete se estaba despidiendo.

Solo podía atinar a negar una y mil veces con la cabeza ya que no podía hacer nada más por el, a pesar de ser Pete quien se encontraba prácticamente en su lecho de muerte, yo sentía la agonía y la desesperación carcomerme desde lo más profundo de mi ser.

-No Pete no hagas esto, no te despidas; mierda Kinn ¿dónde esta el puto auto?

-Vegas lo siento, nadie atiende el teléfono y es muy arriesgado salir a buscar un auto con Pete en este estado, lo siento mucho Vegas.

Comencé a gritar ya que era lo único que podía hacer ¿Así sería? ¿El se iría y me dejaría de nuevo? Sabía que Kinn trataba de usar su lado lógico en este momento, pero era como si los papeles se hubieran invertido porque en este momento yo no pensaba con la cabeza, simplemente quería tomar a Pete en brazos y salir a buscar ayuda, pero sabía que tanto Porsche como Kinn me detendrían ya que prácticamente sería una misión suicida.

-Te amo Vegas, n-unca deje de hacerlo-lo - solto sin mas Pete y al dirigir de nuevo mi mirada a él pude notar como sus ojitos se cerraban poco a poco, mientras que el peso de su cuerpo iba en aumento.

-Te amo - susurre cerca de el con el anhelo de que me alcanzará a escuchar y sin mas pude presenciar como Pete se iba para no volver justo en mis brazos, pero una parte de mi estaba muriendo junto con el.

De repente todo se detuvo, no escuchaba ni a Porsche ni a Kinn, sólo me encontraba yo en el suelo sacudiendo el cuerpo de Pete, incluso mi llanto se había detenido.

-Vegas para, te lastimaras - Porsche intentaba separarme de Pete pero no permitiría que nadie lo hiciera, el no podía dejarme, Pete no podía morir.

-Vegas debemos salir a revisar el perímetro, tienes que dejar aquí a Pete y volveremos por el - Kinn trato de quitarme el cuerpo de Pete y no tarde en sacar mi arma y apuntarle.

-No lo toques bastado, el va a estar bien y no lo pienso dejar aquí, ¿Qué tal que fuera Porsche? Dime, ¿Lo dejarías?

Vi como Porsche y Kinn me veían con un poco de lástima pero al final solo asintieron, en otra ocasión los habría matado por esa mirada, pero en este momento lo único importante para mí era Pete, el iba a estar bien ¿Verdad?.

Al salir vimos que todo estaba despejado, Porsche iba adelante mientras que Kinn y yo íbamos detrás; al subir las escaleras Kinn me insisto en dejar a Pete en el suelo pero ¿Cómo siquiera podría pensar en eso? le daría frío.

Llegamos al piso de arriba y mientras que yo dejaba a Pete en un sillón Porsche se me acercó y me abrazo, era raro su toque ya que no me gustaban las muestras de afecto pero era como si mi alma lo necesitará ¿Por qué? Yo ya tenía los abrazos de Pete y esos para mi eran mejores, mi cerebro trataba de mandar una información que mi corazón se negaba a aceptar, hasta que Porsche hablo, fue ahí cuando la nube negra volvió a mi vista y todo mi cuerpo se tenso.

-Vegas el ya se fue, dejalo descansar, Pete ya no está.

Sus palabras resonaron fuerte en mi cabeza y no pude hacer más que aventarme al cuerpo de Pete y rogarle despertar, pero no lo hizo.

Todo fue muy rápido, dure sentado junto al cuerpo de Pete en ese sillón por horas hasta que llegaron unos hombres de la primer familia a llevarse su cuerpo para poderle dar el funeral que el merecía, sin embargo a mi me tuvieron que detener ya que no podía permitir que se lo llevarán pero aún así me lo arrebataron.

Más tarde me enteré que tío Korn tuvo todo este tiempo oculta a la madre de Porsche, la cual seguía viva y al parecer era hermana adoptiva del tío Korn y de mi padre, mi padre murió también a manos de tío Korn; no niego que al enterarme de su muerte hubo una ligera presión en mi pero realmente no le di importancia ya que no era nada comparada al vacío que sentía tras la partida de Pete, era como si me estuvieran picando con miles de agujas por dentro y no se detuvieran y si preguntaban donde dolía no había un punto en sí, todo dolía, incluso respirar dolía, la vida sin Pete dolía.

Al llegar a casa y revisar que Macao estuviera bien me fui a acostar y una vez tirado en la cama comencé a llorar, llore como nunca lo había hecho, llore porque Macao perdió a su padre, llore porque un pequeño niño nunca pudo ver una mirada de orgullo en aquel hombre que ayudó a darle la vida más nunca le dio ganas de vivirla, ese pequeño niño era yo, llore por aquel niño al cual le arrebataron a su madre, aquel niño que le arrebataron su infancia y juventud, pero sobre todo, llore por ese niño al cual le acababan de quitar su mundo entero, porque ese niño encontró su hogar en una persona la cual tenía un olor peculiar a curry, una piel blanca y suave, unos ojos parecidos a los de un gato, una sonrisa capaz de iluminar cualquier lugar que pisara y un corazón libre de reencores, mientras que el mio estaba lleno de estos. El hogar de ese niño, mi hogar me había sido arrebatado.

Llore hasta dormirme, la única diferencia es que ahora no tenía a esa persona tan peculiar para que me abrazara mientras le susurraba que todo mejoraría. Porque realmente no lo haría, nada en mi vida mejoraría porque mi vida acababa de partir ese 19 de abril justo en mis brazos.
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The last breath  {VegasxPete} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora