Roommates

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¿Me repetis por qué estoy haciendo esto?-. Preguntó Keigo a su Fuyumi, la joven sentraba toda su concentracion en los pies del de pelo rubio.

-Porqué estás cobrando el vale de "Todo lo que mi querida y hermosa novia quiera" que me diste por mi cumpleaños. Ahora no te muevas que todavía me falta limar el pie derecho-. Lo callo Fuyumi termiando de arreglar el pie de su pareja-. Además te quedaran muy lindos los píes.

-Debí especificar con qué valía y no valí en esa cosa-. Pensó, él esperaba que lo que ella hubiera pedido fuera otra cosa, pero el tener una sesión de spa completo en casa y maratón de series con su reciente compañera de piso y hermosa novia era algo que no desaprovecharia-. ¿Y que veremos hoy?

-Bueno, estuve pensando en no se, ver un maraton de Barbie, aprovechando que estan todas-. Dijo poniendo Netflix.

-¡Sí, sí!-. Sus ojos dorados se iluminaron. Sí, esa iba a ser una buena tarde.

Pasaron lo que iba del día viendo todas y cada una de las películas de la muñeca predilecta de todos, no siguieron un orden en específico, solo dejaban al azar y miraban. Tampoco era que fueses quisquillosos.

Eran ya las nueve de la noche, y pese a que en el exterior la oscuridad, el frio, luces y el bullicio de la noche ya inundaba todo adentró era todo lo contrario, el lugar era cálido, apenas sí tenían luces prendidas ya que solo usaban una muy pequeña de la cocina además de la misma luz causada por el televisor, solo se escuchaba el sonido de la película de turno salir por las bocinas además del dúo a vos que estaba haciendo la pareja.

-Siento depronto que...,- Cantó Fuyumi con uno de los controles en su mano.

-Ya todo va a estar bieeeen.- Le sigio Keigo usando el control del aire acondionado.

-¡Ahora soy quien quise ser! Y todo es verdad sin duda alguna,- Cantaron a coro sin importarles el ruido o si siquiera afinaban bien.

-¡Aquí voy, con mi resplandor! A brillar otra vez, lo haré-. Siguió Fuyumi dándole una señal a Keigo de que siga él.

-¡¡Lo haré!!

-¡¡Yo voy a brillar otra vez!!-. Terminaron, casi gritando la última oración de la canción.

Amaban hacer eso, pues ese era sú momento, su momento especial en donde solo existian, ellos solos y nada más.
Tenían calor pues puede que hubieran bebido unas cervezas antes de cantar, pero no les importaba, solo ellos podían verse así.
Eran una facetas que si alguien los viera, no lo creerían, con pijamas y pantuflas de conejos, ambos con una cantidad generosa de alcohol en sangre, cantando canciones de hacía casi veinte años de una franquicia que valla a saber cómo seguía viva, con mascarillas de limpieza en sus caras dejándolos más en ridículo de lo que parecía.

-¿Y en verdad se hacen llamar adultos maduros? Me sorpre de vos hermana-. La pareja se quedó congelada al escuchar como el hermano mayor de Fuyumi, Touya premdía la luz mientras los miraba como sí hubiera visto algo indebido. No lo habían escuchado en ningún momento pero era claro que él sí había visto en primera fila su show-. Sigan con su jueguito de tórtolos me pidieron. Adiós tontos-. Dejó una bolsa en una se las sillas de la cocina para desaparecer de la casa sin decir nada más y sin haber apagado la luz.

-Nos arruinó el ambiente-. Se quejó Keigo sentándose en el sofá de la sala.

-Seh-. Ella también se sentó. Ambos se quedaron mirando hacia la puerta por sí él volviera.

-¿Queres que la vuelva a poner de 0?-. Preguntó él agarrando el control sin dejar de ver la entrada.

-Si, por favor.

Y volvieron a ser ellos.

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Fanart del capitulo:

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Huwumi Week [2022]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora