Huwumi Week [2022]

Cook

-¿Entonces se quedas a comer?.- Preguntó Fuyumi desde dentro de la cocina.

-Si no es mucha molestia, me gustaría hacerlo.- Comentó Keigo

Originalmente él había ido a esa casa para encontrarse con el hermano mayor de la chica pero en lugar de encontrarse con un tipo repleto de perforaciones y de pelo teñido con apariencia de vagabundo encontró en su lugar a la persona que él creía que era un ángel encarnado en una humana.
Ella lo encontró completamente empapado por la lluvia que se había lanzado sobre la ciudad y de buena gana lo había invitado a entrar para que, por lo menos, e arregle un poco.i

-¿Queres que te ayude a hacer la cena?-. Preguntó el de ojos dorados mientras terminaba de secarse el pelo, Fuyumi se negó acotando que él era un invitado y que era de mala educación hacerlo trabajar-, no digas eso Fuyumi, solo soy el amigo de tu hermano que dejó plantado en la puerta por irse con una mujer. Al menos déjame ayudar en poner los platos.

-Solo eso y nada más-. Cedió de mala gana.

Keigo dejó corrió al baño para dejar la toalla mojada sobre una percha de ahí volviendo hacia el comedor/cocina, buscó en donde su amigo guardaba los platos y demás cosas de vidrio, con cuidado agarró dos platos de la pila que tenía, ambos de vidrio transparente color azul oscuro, por fuera tenían un relieve de flores y lo que parecería palomas con laureles en sus picos.

-¿Se puede saber qué vas a hacer?-. Preguntó sin mirar al terminar de poner los platos y los respectivos vasos-, es que así sabré qué cubiertos poner.

-Pensaba en carne de cerdo al horno con ensalada de verdes. Aprovechando a usarlo todo lo que mi tonto hermano no usa-. Contestó la albina preparando la carne para ponerla en el aparato.

-Me parece una brillante idea.

-Entonces así será.
Desde el otro lado de la sala, el rubio la admiraba mientras fingía que leía un libro que agarró de una de las estanterías que había por ahí, le sorprendía el hecho de que alguien como Touya, tuviera una hermana tan diferente, tenía entendido que solo se llevaban once meses, así que casi que eran como mellizos, seguramente habían compartido crianza y juegos, además él sabía que el padre de ambos no era el mejor de todos, así que se sorprendió al ver que ella no había salido igual a su hermano, aunque eso era más bien un alivio, pues Touya era todo menos alguien decente.

Veía con detenimiento cada movimiento que la mujer de pelo blanco con toques rojizos hacia, podría ser que estuviera exagerando pero pata Keigo, cada movimiento que salía del cuerpo de aquella mujer eran espléndidos tal así que incluso su aura era hermosa, parecía ser que era rodeada por un aura totalmente calida, amena y algo maternal. Era algo raro la verdad.

-Keigo, ¿Queres darme una mano con las verduras?

-¿Puedo?-. Preguntó incredulo-. Digo sí claro.

-Bien, por favor corte las que están en ese tazón por favor-. Señaló un tazón al tiempo que sacaba una bolsa con algunas verduras más.

-Enseguida señorita.

Terminaron, acompañados con el leve ruido de la lluvia y viento del exterior cocinando la que para ambos, fue una de las mejores cenas que pudieron tener.

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