Falling [Stranger Things]

5

Estábamos hablando cuando escuchamos a Dustin y a Max discutir.

— Joder - dijo Dustin - si no nos crees vete a casa, quieres?

— Alguien no ha dormido hoy - dijo Max subiendo al techo del autobús.

Steve le guiñó un ojo a Dustin.

— Así bien? - susurró Dustin.

— Perfecto tío - susurró Steve.

Lo miré mal.

— Qué? - dijo.

— Como le puedes decir a Dustin que ignore a Max y la trate mal para enamorarla? - dije.

— Es lo que me funciona a mi - dijo.

— Con Nancy funcionaba? - dije.

El se quedó en silencio un momento.

— Nancy es diferente - dijo - es especial.

— A ella la enamoraste dándole puñetazos - dije.

— N-no.. oye! - dijo y me reí - no funciona así, vale?

— "Cuando me rompiste la nariz sentí mariposas en el estómago" - dije riendo.

El río.

— Ella nunca se enamoró de mi - dijo.

— Ya - dije tranquila.

— Joder, que insensible eres - dijo.

— Ay Steve no pienses eso pobrecito seguro que se enamoró de ti - dije haciendo una mueca - quieres eso? Que te mienta?

— Entonces - dijo ignorándome - Jonathan le gusta Nancy?

Asentí.

— Veo a Dart! - dijo Dustin asomado a la ventana - dejaros de hablar y mirad esto!

Me acerqué corriendo a la ventana seguido de Steve.

— Ostia - dije - que feo es.

Dustin me miró con desagrado.

— No insultes a su hijo - dijo Steve burlón.

Aproveché que Steve había dejado el bate con clavos abandonado y lo agarré. Corrí hasta la puerta y la abrí. Decidida a salir.

— Que haces loca?! - dijo Dustin.

— Scarlett vuelve aquí - dijo Steve.

Me acerqué a Dart con el clavo apoyado en el hombro y decidida a acabar con el.

— SCARLETT - gritó Dustin - SAL DE AHÍ!

Me giré y pude ver a tres demoperros iguales a Dart.
Corrí hacia la puerta y Steve la abrió.
Me cogió de la muñeca y me empujó hacia adentro. Nos caimos al suelo. Dustin cerró la puerta.

— Ni se te ocurra volver a hacer una idiotez así - dijo Steve levantándose.

Rodé los ojos.

Los demoperros comenzaron a golpear el autobús haciendo que nos moviéramos dentro de el. Lucas y Max bajaron de arriba enseguida y un demoperro hizo el intento de meterse por ahí.

Steve le dio unos golpes con el bate hasta que raramente desaparecieron. Se fueron de allí.

— Es como si alguien les hubiese llamado - dijo Steve.

— El cerebro de todo esto - dijo Dustin.

— Sigámoslos - dije.

Llegamos al laboratorio de Hawkins. Que tenebroso era todo. Pero más tenebroso fue cuando entramos y justo vimos a Nancy y a Jonathan.