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                     Tres días después

Estábamos guardando en cajas cosas para donar. Steve estaba guardando unas cajas en el maletero.

— Habéis pedido pizza? - dijo Karen.

— Pizza? - murmuró Dustin.

Un coche de repartidor de pizza aparco enfrente nuestra y de él salieron Once, Will, Jonathan, Mike y un chaval que no conocía.

Me acerqué a ellos junto con Robin y Steve.
Saludamos a los niños.

Fuimos al hospital con los niños. Once y yo nos acercamos hasta Max que estaba acostada en la camilla del hospital.

Me cayó una lágrima por la mejilla. Cogí su mano y le di un beso. Steve me abrazó por detrás. Once se sentó enfrente suya.

Fui con Dustin y Steve al gimnasio del instituto con las cajas de donación.

Entramos y le dimos las cajas a una señora.

— Podemos hacer algo más?- preguntó Robin.

Steve y yo nos pusimos a ordenar ropa mientras Dustin repartía comida y Robin hacia sandwiches.

Steve y yo vimos a Robin hablando con Vicky.

Sonreímos.

— Se merece lo mejor - dije.

— Definitivamente - dijo Steve.

Alguien apareció delante nuestra y nubló nuestra vista hacia el momento romántico.

— Ey - era Micky.

— Micky... - dije confusa.

— Podemos hablar? - dijo.

Steve soltó más fuerte de lo normal la camisa.

Asentí y Micky me llevó hasta el pasillo.

— He perdido a Jason - dijo.

— Que? - dije.

— El terremoto lo mató - dijo.

— Oh Micky - dije y le abracé.

— Y mientras el hijo de puta del asesino sigue suelto, Jason no lo pudo encontrar - dijo.

— Eddie no es un asesino - me solté.

— Estas de su parte? - dijo.

— Mira, se que te puede sonar raro - dije - pero el no es el asesino, te lo juro.

— Acaso lo conoces? - dijo Micky - Scarlet, estuviste con Eddie durante este tiempo?

Me tensé cuando agarró mi brazo con violencia.

— Mis amigos lo conocen - dije - el es una buena persona.

— Has estado con el - repitió ignorándome.

— No - dije y apretó más su agarre - me estás lastimando Malcolm!

— Ahora soy Malcolm? - dijo.

— Me haces daño! - dije - te dije que estaba resolviendo un asunto de mi hermana.

— No te creo nada - dijo - y con Steve tienes algo?

— Por que lo dices? - dije.

— Que pensaría tu hermano si supiera que te estás acostando con un asesino satánico - dijo.

Le pegué una cachetada y soltó mi brazo.

— No voy a permitir que hables así de Eddie - dije - el es un héroe. Y lamento que tu hermano haya muerto pero no te da derecho a juzgar a la gente sin conocerla.

Lo desafié con la mirada.

— Ya te has olvidado de lo que hemos vivido este año? - me agarró del cuello y me estampó contra la pared.

— Micky - dije sin aire.

— Te he ayudado con la muerte de tu hermano - dijo.

Reí irónicamente.

— Que ayuda? - dije - para lo único que me querías era para tener sexo.

Lamenté haber dicho eso al instante. Obviamente era verdad pero sabía de lo que Micky era capaz.

Me soltó el cuello.

— No te juzgo - dije riendo irónicamente mientras tosía - me atraía más tu dinero que tú mismo.

Me empujó al suelo y me volvió a coger del cuello, esta vez mas fuerte.

— Si no eres mía no eres de nadie - dijo.

No podía hablar. Cada vez me apretaba más fuerte. Deje de notar mis extremidades y el aire se fue yendo de mi cuerpo.

Pensaba que iba a morir cuando Steve apareció y tiró a Micky al suelo para empezar a golpearlo en la cara.

Me quedé tumbada en el suelo y me desmayé.

Me desperté en unas de las camillas.
Robin estaba sentada a mi lado con Vicky.

— Ey - dijo Robin.

— Que ha pasado - dije.

— Te has desmayado - dijo Robin.

— Y Micky? - dije - donde está.

Me señaló la entrada. Había un coche de policía.

— Se lo llevan preso - dijo Vicky - mi padre es fiscal, se pudrirá en la cárcel.

Steve se acercó a nosotros con un vaso de agua. No tenía ni un rasguño.

— Toma - dijo y me dio el vaso.

Bebí un sorbo.

— Gracias por defenderme - dije.

— No tienes que darme las gracias - dijo - ese cabrón se lo merecía.

Me levanté de la camilla y me acerqué a él para agarrarlo de la nuca y darle un beso corto.

El me agarró de la cintura con una mano y con otra me acarició el pelo.

Nos giramos al ver como todo el mundo se asomaba a las ventanas. Cogí de la mano a Steve y salimos del gimnasio para ver el cielo.

Era como una especie de nieve la que caía.
Obviamente eso no era nieve.

 

Falling [Stranger Things]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora