Falling [Stranger Things]

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                       Temporada 2

Hawkins es mucho más pequeño de lo que pensaba. Mientras papá conducía por las calles yo observaba todos los detalles.

Billy solo hacia cara de desaprobación.

— Menudo pueblo de mierda - dijo.

Le di un codazo.

— Puedes repetir, Billy? - dijo papá.

— Cállate - le susurré a Billy.

El me miró con cara de asco y siguió mirando por la ventanilla.

Bajamos un poco después en una casa a mi parecer muy fea. Bajé del coche después de Billy y en la puerta había una señora y una niña.

— Neil! - dijo ella - ya estáis aquí.

La niña tenía cara de aburrimiento. Al igual que la mía y la de Billy.
Papá había cambiado su cara de rabia y asco a una de amor y amabilidad. Que falso. No?

Me acerqué a las chicas.

— Hola, soy Scarlett - dije extendiendo mi mano.

— Yo soy Susan - dijo la señora sonriente.

— Max - dijo la niña forzando una sonrisa.

Hubo un momento de silencio mientras esperábamos que Billy se presentase.

— El es Billy - dijo papá - es un poco tímido.

Billy apretaba la mandíbula y sus puños. Lo conozco y se que cuando hace eso es que tiene muchísima rabia.

Papá, Susan y Max entraron en la casa y vi que Billy se quedaba ahí.

— No hagas las cosas más difíciles - dije cogiendo su mano - vale?

— Y una mierda - soltó mi mano bruscamente y entró en la casa.

                              ***

La casa no estaba tan mal por dentro. Yo tenía mi habitación bastante grande. Nada más entramos Billy se encerró en su habitación. Después de darle un vistazo general a la casa decidí ir a mi habitación. Pero no antes de pasar a ver a Billy.

— Puedo entrar? - dije tocando la puerta - soy yo.

La puerta se abrió después de unos segundos y Billy se sentó en la cama. Yo me senté con el.

— Quiero volver a California - susurró el.

Me giré a verle y suspiré.

— Te prometo que nos iremos - dije.

El me miró.

— Te acuerdas? - dije - nuestra promesa de pequeños. Irnos lejos de casa. Muy lejos. Lejos de papá.

El se acercó a mi y puso su cabeza en mi pecho. Lo abracé.
Nadie jamás sabrá lo que ha tenido que sufrir.

Sonó mi reloj a las siete de la mañana. Era el primer día de escuela. Me vestí y caminé hacia el salón.
Billy y papá estaban discutiendo y como de costumbre papá lo estaba amenazando.

— Como no me hagas caso la vas a pagar muy caro - dijo papá agarrando a Billy de su chaqueta - me harás caso?

— Sí, papá - susurró Billy.

— Como dijiste? - dijo papá.

— Sí papá - dijo Billy apretando los dientes.

Finalmente lo soltó y Billy continuó desayunando. Me senté enfrente y lo miré.