Aquella casa de tonos rojizos por dentro se sentía movida, los tacones de una apresurada mujer, la sartén friendo el desayuno ayudada por las manos de un calmado hombre, y los más importantes, niños que se arreglaban entre ellos, una usando un termo elegante que le habían comprado, haciendo juego con el del más pequeño.
- Abigail, estoy nervioso... -
- No debes estarlo, te has preparado para este momento toda la semana, lo harás muy bien - reía la contraria
- Es que, este discurso es muy importante, no quiero decepcionarlos a todos ... - decía con nervios mientras sus cabellos trataba de peinar.
- Hey, ya me estás decepcionando con decir eso - acercándose a paso lento, la joven se posó tras suyo para peinarlo con cuidado- Todos confiamos en ti, no le faltas a nadie, solo a ti mismo si sigues con esas ideas, vas a hacerlo bien, créeme - con un poco de gel en sus rebeldes mechones, estaba listo.
- ... Parece que me hubiera lamido una vaca -
- ¡Sabes que no se peinar cabellos tan cortos, a menos lo intente! - río la contraria mientras ahora arreglaba sus cabellos.
- ¿Van a venir Aurora y Adrián? ¡Quiero que me escuchen hablar! - río el más pequeño con entusiasmo.
- Si no vinieran, yo los golpearía, pero ese no es el caso, dijieron que estarán presentes - se sonrió a si misma a través del espejo.
Ambos salieron de sus habitaciones, estando uno de los hermanos más nervioso que el otro.
- Ahí esta mi pequeño caballero - reía la mujer de avanzada edad y conservado rostro, mientras se ponía de cuclillas ante su retoño.
- ¡Estoy hecho todo un hombre mamá! ¡Me gusto mucho mi traje! -
- Así es mi niño, está mañana, dejarás a todos con la boca abierta, qué alegría tener a un niño tan educado como tu en nuestra familia - algunas lágrimas salieron de sus ojos mientras abrazaba al menor.
- Madre, no lo abraces mucho, que tú labial se quedará en su camisa - reprochó la hermana.
Al cabo de unos minutos, la familia trataba de desayunar lo más rápido que pudieran, pero, el más pequeño se les adelantó.
- ¡Mami, papi, quiero ir solo por primera vez a la escuela! -
La familia entera se le quedó viendo algo sorprendida.
- Pero, Emmanuel, aún estás demasiado pequeño ahora ir por tu cuenta -
- Escucha a tu hermana mi niño, descuida, acabaremos el desayuno lo más rápido que podamos.
El padre y el hijo se vieron por un momento, aunque la mirada del menor se sintiera decepcionada por la falta de confianza que le tenían.
- Saben, yo creo que podría ir solo -
- Harold ¿Que se supone que estás diciendo? - la mujer lo veía extrañada.
- Estoy diciendo, que tenemos a nuestro niño demasiado sobreprotegido, la escuela está auna cuadra y no lo dejamos ir, puede ir solo por esta vez, a menos yo no le hago problema . -
- Bien, puede ir, pero que lo acompañe Abigail -
La de cabellos negros volteo su mirada a su progenitora.
- Madre, se que tienes miedo, pero, papá tiene razón, hemos tenido demasiado atado a Emmanuel a esta casa y a manos ajenas, quizás pueda aprender a ir solo por esta vez. -Una nerviosa mujer, dirigió su castaña mirada al menor de sus hijos, a sus ojos, se veía tan pequeño e indefenso, y no es que no lo fuera, pero, quizás, ellos tenían razón, pues si con Abigail la mantuvo algo descuidada y libre a caídas, llanto o heridas, al segundo lo alejó de éstas, no quería que esa historia se repitiera de nuevo ¿Tan difícil le podía resultar una decisión?
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𝐌𝐄𝐌𝐄𝐍𝐓𝐎 𝐌𝐎𝐑𝐈
Historia Corta¿No es el mundo un lugar injusto? ¿Por qué sacrificar al menor de los corderos por su inocencia? Quizás lo peor en este caso fue. ¿Por qué sacrificar a un humano por la realización de otro?