La casa se sentía lúgubre, sin la alegría del hermano menor, las cosas eran distintas a las acostumbradas.
— Señora, le pedimos que porfavor se calme, nuestro equipo intenta hacer todo lo posible para encontrar a Emmanuel —
— Mi pequeño niño, mami lo lamenta mucho ... — una mujer desarreglada caía a los brazos de su marido, con aquellos ojos hinchados de tantas lágrimas soltar.
— Maite ... Porfavor amor, debemos de dar respuestas que puedan ayudar a encontrar a nuestro niño ... —
Las lágrimas de desesperación no dejaban de salir de sus ojos, los policías no podían perder más tiempo, así que, decidieron preguntarle a su hija mayor, quien parecía igual de destruida que la madre .
— Muy buenas tardes señorita Abigail, somos la fuerza policial de la patrulla de esta zona, hemos recibido la triste noticia respecto a la desaparición de su hermano menor, en todo caso, queremos saber ¿que fue lo que pasó o cuando lo vieron por última vez? — pregunto la fémina de cabellos castaños.
— ... — la menor no mostraba respuesta o si quiera signo de haber prestado atención.
Los serenos se vieron entre sí, con cierta decepción.
— Escuche señorita, de verdad apreciaríamos tener aunque sea algo de información, lamentamos que su hermano haya desaparecido, pero si no nos dice nada, está búsqueda puede alargarse más de lo deseado, le pedimos porfavor, que sea fuerte y pueda brindarnos información, cualquiera vale, no importa si son detalles como la ropa o su edad — pregunto el único varón en la sala.
— Sus padres están en un estado más delicado, sobre todo su madre, la señora Maite, es usted la única a la cual podemos recurrir, si fuera tan amable de poder hablar con nosotros... —
— Su nombre es Emmanuel... — comenzó a susurrar la contraria mientras trataba de limpiar las pocas lágrimas que salían de sus ojos.
— Somos consientes de ello señorita ¿Algún otro dato que pueda brindarnos? — mientras el tomaba nota, su compañera le daba papel y un vaso con agua a la interrogada.
— El es mi hermano menor por 6 años, llevaba una camiseta verde debajo de su terno de colores negros... — tomo algo del papel y se limpio tanto ojos como naríz.
— ¿Donde fue la última vez que lo viste? —
— Ayer, era alrededor de las 8:39 a.m ... Estaba preparándose para su discurso en el colegio toda la semana ... Pero, pidió ir solo al colegio, y se lo permitimos ... — lágrimas gruesas comenzaron a salir por sus ojos — Debí negarle la salida, afuera era muy peligroso como que para el se fuera por su cuenta ... ¡Soy una idiota! — gritaba la mayor con dolor mientras golpeaba sus muslos sintiéndose culpable.
— Calmese señorita, esto no es su culpa ... — hablo la mujer mientras se sentaba a su lado. — Usted no sabía que esto podía llegar a ocurrir, no es su culpa en lo absoluto, no era consiente de esta situación — la mayor deseaba abrazarla ahora consolarla, pero mantuvo su distancia.
— Durante unos días antes, me llegue a sentir levemente observada por algo que hasta yo desconozco, tengo un leve mecanismo, que logra alertarme de que algo malo puede pasar — soltó todo lo que sabía sin más — se que suena estúpido, pero no me llegó a fallar, debí ser más precavida... — sus lágrimas no dejaron de salir.
— ¿Disculpe, está diciendo que sentía alguien observarla o seguirla? — esto llamo la atención del serenazgo.
— ... Si, llegue a sentir unos ojos en mi nuca, pero, no lo sé, si supuestamente estaba siguiendome a mi ¿Por qué estaría tras mi hermano? — la contraria ya ni sabía que decir.
Los oficiales se vieron entre sí, parece que está desaparición tendría que ver con algún secuestrador a suelto.
— ¿Usted siempre paraba acompañada? —
— Solía volver de la preparatoria con mis amigos, vivíamos en la misma zona de todos modos —
— ¿Podría darnos sus direcciones? Iremos a preguntarles a todos aquellos conocidos suyos y de su hermano, mientras más información podamos recaudar, pronto todo saldrá a la luz y más acelerada será la aparición de Emmanuel — sostuvo sin más el oficial mientras acababa de documentar la información y se levantaba de la silla.
— Agradecemos su colaboración señorita Abigail, haremos todo lo que esté al alcance de nuestras manos para poder devolver a este importante miembro en su familia — trato de sonreír la contraria para traerle calma a la joven.
— Porfavor, jurenme que mi hermano regresará sano y salvo a mi casa, es demasiado pequeño para sufrir cualquier abuso, porfavor, prometanmelo — la contraria volvió a llorar mientras sujetaba la manga de la policía.
— ... — sabía que no podía prometer algo de tal magnitud, pero ¿Destruirle las ilusiones a aquella joven? — Haremos lo mejor que podamos señorita, permiso — dijo sin más mientras ambos oficiales salían de la casa.
Abigail no pudo hacer mucho más que cerrar la puerta con cuidado, no deseaba ir a la sala, prefería dejar que su madre se desahogara en los brazos de su padre, mientras que ella, solo subía al segundo piso, pasando por aquella alfombra carmesí en el suelo, la cual acababa en un cuarto de azules colores, casi pasando a celestes claros, con cuidado, tocó la puerta una y otra vez, esperando a que alguien respondiera, más no fue así, su frente golpeó con lentitud la puerta, mientras dejaba su peso caer y recostarse en la puerta, sollozando levemente, pronunciando con su trémula voz.
— Hermanito ... Baja, es un sábado familiar, vamos a jugar juntos ... —
...
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𝐌𝐄𝐌𝐄𝐍𝐓𝐎 𝐌𝐎𝐑𝐈
Short Story¿No es el mundo un lugar injusto? ¿Por qué sacrificar al menor de los corderos por su inocencia? Quizás lo peor en este caso fue. ¿Por qué sacrificar a un humano por la realización de otro?