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Podía sentirlo.

Sentía que me quedaba poco...

Más poco de lo que podía imaginar...

Yo:

¡Hey!
✔✔

Necesitó que me encuentres en el parque pero en la parte de atrás
✔✔

Para hoy por favor
✔✔

Ven sola
✔✔

Salí lo bastante apurado como para soltar preocupación en mi madre, con la que no me había detenido a hablar ni un segundo desde que tenía esto, sería lo más difícil de hacer.

Llorando besé su mejilla y la abrace lo más fuerte que pude, le recordé que la amo, y le entregue una cosa doblada en un papel, era un viejo anillo que había dado, de ella, cuando tenía mi edad, aunque no fuera «hija», no tuvo problema en dármelo, para guardarlo para cuando yo tuviera a mí hija... Algo que no pasaría...

—Te amo, lo siento mucho, quizás no siempre fui el mejor, y no puedo compensarlo, pero siempre te ame, y lo seguiré haciendo.

Con eso le despedí de mí madre, la persona que me dio vida no podría verme morir, pero no quería que viera como me consumían las flores.

Ella no me detuvo, quizás sabía todo mi dolor, sabía que mi condición sólo me mataría.

—Ky, cariño — llamó cuando estuve afuera.

—¿Ah?.

Fue hasta mí y me beso en la frente, ella quizás si entendía que pasaba.

—Ya no te dolerá más... Nos encontraremos pronto, querido, sólo aguarda por mí... Por favor

Relato de Hanahaki DiseaseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora