TACONES ROJOS (KOOKTAE)

03 👠

Apenas Jungkook dio el acceso a Kim Taehyung a su oficina fue el inicio de un juego de pasión y demasiada atracción sexual. Un "pase" fue el inicio de ese desenfrenado amorío.

Cuando Jungkook vio al doncel ingresar a su oficina, volvió a verlo como la primera vez en la empresa de Min Yoongi, con prendas diminutas, como la falda negra de cuero que traía y un top dorado con transparencias. Para Jeon no era extraño ver a donceles vestir así pero en Taehyung se le hacía muy etéreo, no era como otros donceles vestidos con prendas femeninas, no tiene problema alguno con ello pues considera que se les ve excelente.

Se levantó de su sillón y se acercó al doncel para saludarlo con un beso en su mejilla.

—Taehyung— susurro bajo, mientras le indicaba al menor sentarse frente a su escritorio.

—Gracias Jungkook, eres muy amable— agradeció sentándose, al igual que el mayor.

—Es bueno verte de nuevo taehyung, ya tengo listo tu contrato— Extendió Jungkook unas hojas, el doncel ya sentado frente a su escritorio lo tomó y empezó a leer.

—Gracias jungkook, también me es grato volver a verte— agradeció en medio de su lectura. Jungkook solo asintió y Taehyung siguió leyendo hasta poder terminar todo, luego de minutos sonrió y extendió su brazo hacia el mayor —el lapicero— pidió coquetamente.

—Aquí tienes, firma y ya estas— dijo entregándole el lapicero mientras rozaba loa dedos contrarios con sus yemas. El doncel solo sonrió y firmó las 3 hojas del documento.

—Entonces el lunes inicio, este fin de semana puedo aprovechar para ir conociendo el lugar de mi nuevo trabajo— comentó muy feliz.

—Puedo ser tu guía en ese recorrido?— Jungkook preguntó lascivo.

—Por supuesto que si, quien mejor que tu que eres el dueño— aceptó cruzando sus piernas, logrando que su falda se levante.

—También te tengo un obsequio, lo aceptarías?— cuestiono sacando una caja roja con un liston dorado.

—De que se trata?, de eso depende el poder aceptarla o no— respondió, el pelinegro saco una caja debajo de su escritorio y saco los zapatos que el doncel había estado observando el día anterior.

—Te gustan cierto?, es mejor adquirirlo antes que se agoten— sonrió mostrando le los tacones rojos, el doncel quedó muy sorprendido por ello, no pensó que Jungkook lo hubiese comprado.

—Si lose sin embargo no puedo aceptarlo así porque si, me permites poder ir pagando poco a poco mientras trabajo?— preguntó inocente. 

—Esta bien Taehyung, espero esos pagos con ansias— sonrió coqueto y luego se levantó para abrir la caja —me permites ponértelo?— preguntó sonriente mordiéndose los labios, el contrario asintió igual de sonriente. Jungkook contento se acerco al doncel llevando los zapatos consigo, se arrodillo y quito los tacones que llevaba el castaño, toqueteo un poco los pies descalzos para luego ir colocando uno de los zapatos, mientras colocaba la hebilla se acerco hacia la piel desnuda del doncel, sujeto los gemelos mientras seguía su recorrido en esa pierna canela pudo percibir el aroma de su loción, después coloco el otro zapato e hizo lo mismo que con el otro y finalmente dejo un suave beso en esas piernas canelas. 

Levantó la vista encontrándose con la mirada soñadora del doncel, mientras sus labios se encontraban entreabiertos suspirando suave, sonrió porque sabia que Taehyung no se resistía, disfrutaba y no decía nada. Encantado con esa pieza volvió hacia las piernas del doncel y empezó a besarlas para luego subir el vestido hasta la cadera, donde pudo observar las bragas rojas del chico. 

La locura se estaba apoderando de el así que antes de llegar a mas, se levanto y cargo al castaño para sentarlo en su escritorio y besarlo. Sujetó fuerte esas caderas con una mano mientras que con la otra manoseaba las piernas, mientras el beso aumentaba de nivel Jungkook fue subiendo sus manos hasta la cintura del castaño dando caricias. Taehyung no se quedaba atrás pues rodeo el cuello de Jungkook con sus brazos para después separarse del beso y echar la cabeza hacia atrás para darle cabida a los besos en su cuello, el pelinegro sin perder tiempo se perdió en esas clavículas y cuello besando a su gusto, chupo ciertas partes de la piel y luego volvió a los labios del castaño.