Parte 10

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Los recuerdos seguían siendo tan dolorosos como al principio. Si en ese momento hubiera habido alguien a quien confesarle sus miedos y dudas. Si las palabras de esa mujer no hubieran debilitado la poca voluntad que quedaba en Ryeon quizá todo hubiese sido diferente. Si en algún segundo pudiera haber contemplado la descabellada opción que JoongGil propuso de huir y vivir lejos las cosas hubieran tenido un final diferente.

Su suegra era una mujer llena de prejuicios y soberanamente preocupada por la reputación de la familia Park. Por eso el punto negro que la presencia de Ryeon significaba para la intachable porquería de mentiras era un elemento que debía ser eliminado del árbol genealógico.

Qué mejor opción había que la del suicidio?

Era la manera más rápida de autoeliminación. Por más que lo sostuvo, con su frente alta, ninguno de los habitantes del pueblo y de la casa de los Park creyó realmente que los bandidos no mancillaron a las mujeres. Su suegra que no fue llevada ni vivió nada de lo que las demás mujeres si, simplemente ordenó en ausencia de Ryeon y de todas las mujeres secuestradas que no tenían permitido el paso a la villa. Su vergüenza por haber sido mancilladas no merecía ese trato de ninguna forma. Nadie merecía ser despreciado por haber sido despojado de la inocencia.

Estaba bien que sólo ella recordara. Pero la sangre de parca de Ryeon estaba teñida de miedo y de una emoción sin nombre a la que no se atrevía a llamar esperanza, porqué era imposible y no tenía sentido. No tenía ningún sentido la interacción que tuvo con el señor Park porque no debía ser, no estaba destinado a pasar ni en esta vida ni en ninguna otra.

–Dijo que sólo se veían iguales pero que eran diferentes. ¿Por qué Park JoongGil empieza a recordarme?. No debería poder conocerme–

Después de volver a llenar su cabeza de amargos recuerdos sobre su vida pasada no pudo detenerse de ir a la emperatriz de jade porque ella tenía que tener una respuesta. Tenía que estarse tejiendo algo con lo que Ryeon no contaba en su organizada ecuación para continuar siendo ella y sólo ella quien recordara las vidas pasadas.

–¿Y tienes miedo? - tan tranquila como siempre la emperatriz de jade no estaba en lo más mínimo ofendida porque las directas preguntas de Ryeon- Temes que descubra que asesinaste a la persona que él más amaba?-

Ryeon sólo la miró porque ante eso no había nada que objetar. No existía ninguna excusa para refutar lo que la emperatriz de jade acababa de decir.

-Entonces no lo negarás - no tenía sentido negarlo, porque era cierto que Ryeon no tenía miedo, estaba aterrorizada. -A veces conocer la verdad provoca heridas muy profundas- dijo lentamente la emperatriz de jade.

¿Y cuál era la nombrada verdad? ¿Eventualmente Park JoongGil la recordaría? ¿Si eso pasaba la seguiría odiando por quitarles a ambos la posibilidad de estar juntos en sus primeras vidas y las que debieron seguir después? Si la emperatriz de jade sabía algo más que Ryeon desconocía ¿por qué entonces la separó de JoongGil y su equipo de escolta?

-¿Por que me dio a gestión de riesgo?-pregunto como la única salida a todas las preguntas que acababan de gestarse dentro de su cabeza.

-¿Para que tuvieras lo que querías? Me intrigaste nunca vi a nadie tan valiente- si, seguramente ningún alma, del infierno o de donde fuera, quería hacer algo tan poco egoísta como vivir para salvar a alguien mas cumpliendo una sentencia eterna como parca.

En ese momento Ryeon no se sentía valiente en absoluto. De repente era como si cada puerta de posibilidad estuviera cerrándose dejándola sin opciones. Sólo cierta desesperación que comenzaba a gestarse en su pecho. No era nada agradable volver a encontrarse en la posición de no saber qué hacer. La expresión enigmática de la emperatriz de jade le dijo que no habría nada nuevo en esta conversación.

TOMORROW'S REAPERSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora