___, una chica de veinte años que va a la universidad, es discriminada por su físico. No importa si su familia era rica, todos se reían por ser una curvy woman.
Un día, su padre le informa que estará afuera con su madre por negocios. ¡Un año! No obs...
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Donquixote ___ se miraba al espejo con la ropa interior puesta. Ella empezó a realizar poses que vio en revistas o en Instagram para cautivar a los hombres. ¿A quién vamos a engañar? Sus guardaespaldas no se fijarían en ella, sin embargo, ese trato y esa protección con ella provocaba que florecieran ciertas emociones. No. Ellos están haciendo su rol de guardaespaldas. Solamente eso.
La peli-(c/c) se vistió unos pantalones vaqueros, una camisa negra y un pulóver verde con el logo de Grand Line. Hoy es sábado, lo que significaba que no tenía que ir a la universidad y la verdad que lo prefería. Sin embargo, a lo largo de la semana, no ha recibido ningún tipo de bullying por parte de sus acosadores. Vivi le dijo que no quieren arriesgarse a ser castigados por el Gobierno y se alegraba que sus guardaespaldas le revelaran la verdad.
¡Más motivos para enamorarse!
___ iba bajando por las grandes escaleras e iba directamente hacia la cocina para desayunar algo. Baby 5 seguramente le habrá preparado huevos con bacon. Casi estuvo a punto de entrar, pero se detuvo a tiempo porque vio a Izou sentado en la butaca con los brazos apoyados en la mesa, mientras fumaba a través de su pipa. Ese mechón suelto por su rostro le hacía más atractivo.
«Vale, solo entra. No estés nerviosa. Sé… Sé tu misma», se dijo así misma, como una manera de automotivarse. ___ alzó la cabeza bien alto y se adentra en la cocina. Se fijó que la comida estaba en la mesa, así que se sentó en la butaca. Izou sintió su presencia y le dedicó una gran sonrisa de buenos días. El corazón de la chica iba a mil por hora.
—Buenos días, señorita Donquixote.
—B-Buenos días, Izou-san.
—¿Le molesta? —cuestionó, mostrando su pipa.
—No, para nada. Está la ventana abierta —dijo con los ojos puestos al otro lado.
—Solo es un rato y ya lo dejaré —comunicó, soltando el humo hacia la ventana.
___ empezó a comer con ciertos nervios en su cuerpo. La verdad era que le maravilla ver a un hombre bien maquillado como Izou. Se preguntaba si le gustaba para atraer la atención a un hombre. Oh, vaya, esa idea le vino a la cabeza porque seguramente Izou sea homosexual. ¡¿Por qué los tíos guapos lo eran?!
La joven tenía los ojos puestos en la pipa que portaba Izou. Nunca lo había visto antes. Mira que su padre le habló sobre ciertas culturas, que no todos son iguales. Izou percibió la mirada de ___ y apartó la boquilla de la pipa a su boca para mostrarlo.
—Esto es un kiseru. Una pipa japonesa.
—¿Eres japonés? —cuestionó con cierta curiosidad.
—Sí, mis raíces vienen de ahí. Concretamente en un territorio llamado Wano —especificó.
—No quiero entrometerme, pero ¿por qué te maquillas la cara?
—Ah, no. Eres todavía joven y sientes curiosidad —ríe con suavidad. Las mejillas de ___ se tornaron rosas—. Digamos que mi padre tenía un negocio, un teatro. Él decidió crear espectáculos con mi hermana y conmigo. Mi hermana pequeña tocaba, mientras yo me dedicaba a la danza. ¿Has oído hablar de un onnagata? —La joven negó la cabeza—. Es un hombre que asume el rol de una mujer. Se maquilla y se viste como mujer.
