Advertencia: este capítulo contiene contenido sexual. Si no te gusta este tipo de contenido, no sigas leyendo, aunque eso implique que perderás información de la historia.
Tener a Law en casa no es nada bueno porque ___ no podrá disfrutar a solas con los guardaespaldas. Y ellos piensan lo mismo. Deberán aguantar hasta que el moreno se marche de la mansión. La joven tenía una sonrisa de oreja a oreja porque está feliz con todo lo que ha pasado. Incluso comía con cierta emoción delante de todos. Aunque evitaba la mirada de King cada vez que comía chocolate. Ese hombre la ponía nerviosa en todos los sentidos del mundo.
___ estaba paseando tranquilamente por la casa no sabiendo qué hacer. Tal vez salir afuera a dar una vuelta con los guardaespaldas. Sí, sería una opción, pero llamaría mucho la atención. No sabe que realmente hacer. Está un poco aburrida.
—No pensé que después de dos años volverías aquí, Lucci-ya.
Entonces la chica se detuvo porque escuchó la voz de Law y mencionar el nombre de Lucci. ¿Dos años? ¿Acaso él lo conoce? ___ se puso detrás de la puerta del gimnasio para escuchar la conversación.
—¿No tengo derecho a estarlo?
—¿Después de lo sucedido con ___-ya? —Esa pregunta sonó a molestia.
—Yo ya asumí esa responsabilidad. Desde que tuvo ese accidente… Eso me ha carcomido.
¿Accidente? ¿Se refiere a ese accidente? Todo está siendo confuso para ___.
—Y no quería volver, pero el Gobierno pidió mi presencia para estar con la señorita Donquixote. Soy el único que ha sido su guardaespaldas y la conoce.
—Yo que tú no me acercaría —le advirtió.
—Eso debería pedírselo a Donquixote Rosinante —le aconsejó.
—Sabes a lo que me refiero. No soy idiota como para no haberme dado cuenta.
La mirada de Lucci es fulminante. Casi como quería partir la cara a Law porque se creía que él mueve los hilos de su destino. Realmente los sentimientos que tiene con la señorita Donquixote no han cambiado. Lucci ignoró completamente la petición de Law, sin embargo, reaccionó a tiempo agarrando la muñeca de este.
—La violencia no llevará a nada, Trafalgar —lo advirtió.
—Tú y los otros guardaespaldas no sois un buen ejemplo para ___-ya —dijo—. Tú te aprovecharás de que ella no recuerde nada.
—Yo nunca haría daño a la señorita Donquixote, para empezar —aclaró—. Aunque sea un hombre frío, yo siempre recordaré los sentimientos que tuvo conmigo la señorita.
—No te creo.
—No debe creerme si no quiere. Ella es quien decide.
Ese comentario no le gustó para nada a Law, pero deberá aceptar la gran y dura realidad. El oji-gris chasqueó la lengua con cierta molestia y tomó la decisión de retirarse del gimnasio, no dándose cuenta de la presencia de ___.
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Guardaespaldas (One Piece X Chubby!Reader)
Fiksi Penggemar___, una chica de veinte años que va a la universidad, es discriminada por su físico. No importa si su familia era rica, todos se reían por ser una curvy woman. Un día, su padre le informa que estará afuera con su madre por negocios. ¡Un año! No obs...