Capítulo 9. Hotel Luxray

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Llegó el día

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Llegó el día. Baby 5 se marchó de vacaciones con su esposo. Ahora estaba la pobre ___ con sus guardaespaldas en aquella mansión gigantesca. Presentía que iba a ser devorada en cualquier momento, pero las dudas surgían de si ellos sentirán algo. No tuvo ocasión de hablar con Cracker sobre lo ocurrido aquella vez. A veces intentaba todo lo posible en no encontrar por el camino a Lucci o a King, pero era inevitable. Es como si ellos buscaran de alguna manera en mortificarla.

Miércoles por la mañana. Las clases la estresan debido a que no paran de comunicar que los exámenes se están aproximando. Ella solo desea que esta tortura acabe pronto y pasar el curso limpia. De vez en cuando hablaba con Vivi vía WhatsApp para temas no relacionados con las clases. En ningún momento, le confesó sobre sus sentimientos confusos hacia sus guardaespaldas.

Vivi le puso el siguiente comentario: «La mejor manera de combatir el estrés es ir a un sitio y tener la mente tranquila». Le dio muchas posibilidades: ir a la playa, acampar, ir a un hotel con todo incluido… ¿Por qué le resultaba familiar eso último? Ah, sí. Ese comentario lo mencionó Izou en aquel entonces. Sí, es una buena opción. Lo malo es que dirán de su cuerpo, aunque, para empezar, Cracker no ha dicho nada al respecto.

¡Por fin! Finalizaron las clases. Y tenía mucha hambre. Ayer la comida del almuerzo y de la cena se encargó Baby 5 antes de marcharse —la cena estaba preparada en tuppers—. Ahora no sabe quién se encargará del almuerzo porque en el desayuno no hizo falta. Al salir de la habitación un olor exquisito llegó a su sentido del olfato. «¡Qué maravilla!», pensó. Sus pies se movieron con cierta gracia para llegar a la cocina.

¡Su corazón estaba a punto de estallar!

Cracker tenía puesto un delantal y portaba consigo un cucharón en la mano. La mente de ___ empezó a trabajar imagiándose las posibilidades de verlo casi desnudo. Bueno, ya lo está imaginando porque lo vio en bañador. El segundo de los Charlotte sintió una mirada curiosa y vergonzosa; no evitó mirar de reojo y ver a la señorita plantada ahí con el rostro rojo y el corazón latiendo con mucha fuerza.

Él simplemente esbozó una gran sonrisa.

—¿Ya terminaron las clases, señorita Donquixote? —preguntó. Ella se quedó muda y solo pudo asentir con la cabeza—. Ya llamé al resto para comer. Si quiere, puede ir esperando en la mesa.

Volvió a asentir. Dios, estaba boba perdida. Ni en sus sueños se esperaba tal cosa. Ahora le será difícil olvidar este momento. ___ caminó con cierto titubeo, sin dejar de mirar a Cracker. ¿Esto lo hizo a propósito o simplemente porque le tocó ser el cocinero? De uno en uno iba entrando el resto de los chicos.

—... Te sienta de maravilla ese delantal, Charlotte.

—Un comentario más y te arranco las plumas, King —lo amenazó.

—Es el único que tiene manitas en cuanto a la comida —recalcó Katakuri, mientras se sentaba en una silla.

Oh, ¿a quién mujer no le gustaría tener a un hombre que sepa cocinar? Todos ya estaban en sus sitios y Cracker se dispuso a repartir los platos. Sí, tenía buena pinta. Por su aspecto, ___ diría que es cordon blue en salsa de verduras acompañados de patatas fritas. No evitó cortar un trozo y llegar a la boca. ¡Sus ojos brillaron segundos después!

Guardaespaldas (One Piece X Chubby!Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora