___, una chica de veinte años que va a la universidad, es discriminada por su físico. No importa si su familia era rica, todos se reían por ser una curvy woman.
Un día, su padre le informa que estará afuera con su madre por negocios. ¡Un año! No obs...
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—Yo te recomiendo que no vayas.
___ quiso hablar a su amiga Vivi para informar lo sucedido con Kid y la peli-azul no le agradaba la idea de que ella fuera a ese lugar.
—S-Sería mi oportunidad de estar con el chico que me gusta.
—Eustass Kid no es tu tipo. Ese chico se mete en un montón de problemas. Te estás comportando como alguien que le gustan los chicos malos.
En parte tiene razón.
—Pero me invitó él.
—¿Y si fuera una trampa? —preguntó—. No quiero que te hagan daño.
Sí, eso lo llegó a pensar, pero Kid se comportó de una manera diferente al resto. Confiaba ciegamente en él.
—N-No pasará nada. Sé cuidarme perfectamente.
—Ojalá pudiera ir contigo para asegurarme, pero esa misma noche mi padre hace una cena con los empresarios y quiere que esté presente.
—No te preocupes, Vivi. Yo sé que estarás presente —dijo con dulzura.
—Solo prométeme que no harás ninguna estupidez —aconsejó—. Ese tipo de gente puede aprovecharse de tu vulnerabilidad e inocencia.
—Lo prometo.
___ tendrá mucho cuidado, pero le hacía mucha ilusión ir a la fiesta y ser protegida por el chico que le gustaba. Debe mantener los ojos abiertos porque seguramente estará Bonney y esa gente.
Hoy ha sido un día tranquilo para ___. Raro porque a estas horas la gente suele molestarla. Mejor así porque así llegará a casa muy tranquila y buscará en el armario un vestido que le regaló su madre hace unos meses aproximadamente. ¿Todavía le servirá? Lo tendrá que averiguar con su propia cuenta.
Finalizaron las clases y ___ corrió hacia el exterior teniendo cuidado en no tropezar. La limusina estaba ahí con Lucci fuera. El hombre estaba recibiendo muchas miradas provenientes de mujeres que estaban asombradas ante su belleza. Normal, era una persona atractiva en todos los sentidos del mundo. El moreno visualizó a lo lejos a la joven y movió la cabeza a modo de saludo para luego abrir la puerta trasera del vehículo.
Katakuri salió para que la joven no tuviera problemas en acceder. Los dos miraron su cabello. Bien, parece que no hubo indicios de bullying. El trayecto hacia a casa estuvo tranquilo. De vez en cuando, Cracker revisaba los cabellos de la joven Donquixote. No le gustaba la idea de que perdiese ese pelo tan bonito. Al sentirlo en sus manos notó su suavidad. No se enredaba entre sus dedos. Un pelo hay que cuidarlo.
No tardaron en llegar al destino, pero si notaron a la joven Donquixote un poco apurada con pasos rápidos. ¿Algo habrá sucedido? Lo descubrirán muy pronto. Los guardaespaldas entraron en la casa con ___ y Baby 5, como siempre, la recibió con una sonrisa de oreja a oreja. Ella estaba a punto de decirle que almuerzo preparó, pero la joven decidió no hacer mucho caso e ir directamente a su cuarto. Ese gesto le dolió mucho a la morena.
