𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐈𝐈𝐈

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Me desperté sintiéndome agotado, me dolía mi cuerpo, aún no abrían las cortinas, me intenté sentar pero al intentar doblar mi pierna derecha, sentí un escalofrío pasar por mi cuerpo

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Me desperté sintiéndome agotado, me dolía mi cuerpo, aún no abrían las cortinas, me intenté sentar pero al intentar doblar mi pierna derecha, sentí un escalofrío pasar por mi cuerpo.

Solté un ligero jadeo relajando mi cuerpo cayendo nuevamente mi cabeza en la almohada, no tuve que estar tanto tiempo solo, cuando Finnian entró a mi habitación con vendas y un té.

- Ya te despertaste ____ ¿Cómo te sientes? ¿Te duele mucho? Te voy a cambiar el vendaje otra vez, no sé que te pasó, pero debiste tener cuidado, te lastimaron mucho, por eso Sebastian me dijo que te cuidara todo el día y así lo voy a hacer - hablo muy rápido dejando todo en un mueble y quitando las cobijas para querer quitarme la venda en mi pierna.

- Estoy bien, solo me corté un poco el cuerpo... ¿Tú me vendaste ayer? ¡Espera! - pero cuando le pedí que se detuviera, ya me había quitado la venda y no solo se veía la cortada, si no también mi piel quemada que tenía una apariencia desagradable.

- ¿Te pasó todo esto anoche? - antes de poder contestar ya tenía a Finni encima de mi dando un abrazo - No tienes de que preocuparte ____, no importa lo que te pase, tu seguirás siendo hermoso - parece que entendió que no me gustaban esas heridas, y había acertado, ese chico es muy dulce enserio.

Acepte su abrazo, me volví a sentir apapachado, me estaba acostumbrando a esto.

- ¿Podrías solamente no decirle nada de esto a Sebastian ni al joven amo? -

No asistí al funeral de Madame, aunque en realidad no iba a poder pasar, yo no era familiar de aquella mujer, estaba en cama descansando porque ninguno de los sirvientes me dejaba salir ni moverme un centímetro de la cama.

[...]

Era 14 de Diciembre, ya lograba caminar como normalmente hacía, solo que mi brazo se sentía como si fuera pellizcado cada que me recargaba en el, pero ya estaba normal.

Había aprovechado el tiempo que estuve en cama para preparar un regalo a Ciel, de quién era el cumpleaños hoy, no era algo caro, porque no tengo el dinero y tampoco se que le gusta, así que me decidí por algo simple, pero que me esmeré mucho para que fuera bonito.

Un retrato de Ciel.

Me sentía como una niña pequeña haciéndole un dibujo de palitos y bolitas a su papá poniéndole un "te quiero mucho".

Me vestí y me puse ropa abrigadora para salir con los demás sirvientes, estaba nevando y todos se ponían a jugar con la nieve en el jardín.

- Oh Bard~ - dije llamando la atención del mencionado, quién al voltear, le lancé una bola de nieve en la cara, me reí y comencé a correr siendo perseguido por el quién amenazaba con llenarme de bolas de nieve.

El espadachín de los Phantomhive/ Kuroshitsuji x Male Reader Donde viven las historias. Descúbrelo ahora