𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐗𝐈𝐈𝐈

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Iba mirando la ventana con cierto nerviosismo, ya que recordaba las palabras de Sebastian

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Iba mirando la ventana con cierto nerviosismo, ya que recordaba las palabras de Sebastian.

- El joven amo de hecho, lo espera para un plática -

Probablemente sólo sea una plática común y corriente, pero el tono en qué lo dijo, me asustó demasiado.

Iba mirando y deseando que el carruaje jamás llegara a la mansión, aunque obviamente, no habría poder en mis manos para detener mi destino.

Pronto el vehículo arribó a la mansión, tragué saliva antes de bajar de ésta con ayuda de Sebastian, al que aunque no lo veía claramente, sabía que se estaba burlando de mí.

La mansión estaba muy silenciosa y eso no daba buena espina, por lo que si estaba nervioso, ahora lo estaba mucho más.

- ¿Y los demás? -

- No tienen permitido interrumpir, hasta que el amo lo ordene -

Asentí y a casi regañadientes, subí las escaleras principales, y caminé por el pasillo, que antes era algo agradable de hacer, ahora era frío y en el, se respiraba un aire de frustración.

Sin poder postergar más, llegamos al despacho de Ciel, el estaba mirando y ordenando periódicos y papeles de su escritorio, hasta que me vió, se detuvo por completo.

- Que bueno que ya llegaste, Sebastian, sal un momento por favor -

Habló Ciel, ahora sí que daba la impresión de ser un adulto, de aquellos que son tan serios, que con cualquiera de sus palabras sientes que fue un regaño.

- ¿Qué sucede Cielito? -

Traté de sonar relajado, a lo que él frunció un poco el ceño y suspiro después.

- Te lo voy a preguntar una vez, si me contestas como debe de ser, no me voy a enojar contigo, en cambio, si me respondes con mentiras o titubeas... -

Se quedó callado y procedió a tomar una bocanada de aire de forma delicada, antes de formular su pregunta, esa pregunta que estaba haciéndome morir de nervios.

- ¿Por qué te secuestraron? -

Me quedé en blanco, yo sé, que lo que me acababa de suceder no era para tomarse a la ligera, pero también, entiendo que mi intelecto no es muy bueno, pero puedo entender lo que se trae entre manos.

Y aunque lo sé exactamente, decidí mentir.

- ¿Qué? ¿Cómo lo sabría? Para ese tipos de costas no existen razones suficientes...-

El espadachín de los Phantomhive/ Kuroshitsuji x Male Reader Donde viven las historias. Descúbrelo ahora