PATEA TRASEROS

Capítulo 9.

Tras el reencuentro entre los Grimes y los demás integrantes del grupo, Deanna mandó de regreso a Carl a casa de la misma para que el almuerzo continuara tal y como estaba planeado, y, apesar de que el menor se quejó y protestó, Ron consiguió tomarlo por la cintura y llevarlo de vuelta.

En cuanto entraron en la casa, Carl caminó hacia la mesa y miró fijamente a Jessie, sonriendo mientras sentía como los ojos se le humedecían nuevamente. "Es papá."

Jessie abrió los ojos, sorprendida y se puso de pie, rodeando la mesa para llegar a Carl y darle un fuerte abrazo. "Estoy muy feliz por ello, sol."

Carl sollozó ante el apodo, asintiendo levemente. Realmente todo le recordaba a su mamá.

Ante aquella acción, Ron se acercó lentamente y posó la mano sobre la espalda de Carl, frotándola suavemente. El castaño dió un pequeño saltito y con rapidez se separó del abrazo, riendo nerviosamente. "Lo siento." Murmuró, limpiándose las lágrimas. "No soy tan sentimental todo el tiempo."

Jessie besó su frente y tomó su mano para acercarlo a su lugar. "Come algo, seguro que se te pasa más rápido el tiempo y en unos minutos ya estarás con tu papá."

Ron asintió, totalmente de acuerdo con las palabras de su madre y guió a Carl hacia su silla.

"Estoy tan feliz de verle y de ver a Judith, y, y, y verlos a todos, en general." El castaño murmuró mientras se acomodaba en la silla, sirviéndose un poco de comida. El hambre se le había ido de la nada y lo único que quería hacer era abrazar a todo su grupo y contarles lo que había pasado todo ese tiempo, pero sabía que los Anderson no iban a dejarle ir sin haber comido algo, así que haría el intento.

Ron tomó asiento a su lado, sirviéndose al mismo tiempo que él, pero un poco más de comida. Desde que entró a la casa habia observado lo delicioso que lucía el pan y no se iba a resisitir a comerse más de cinco piezas. No solía ser tan egoísta, pero esta gente había estado comiendo bien durante años. Y él no. Merecían tener cosas buenas después de todo lo que habían sufrido.

Al pasar un rato, Deanna volvió y sonriendo, tomó asiento. "Le he asignado las casas a tu grupo. En cuanto termines puedes ir a verlos, Carl."

"¡Terminé!" El castaño se puso de pie, inmediatamente.

"Ni siquiera has terminado tu pequeña porción." Ron frunció el ceño, tomándole por la muñeca para que lo mirase.

Carl lo miró y se rió nerviosamente. "Me tengo que ir. Quiero verlos ahora mismo. Entiéndeme."

"Iré contigo."

Deanne sonrió ante la escena, asintiendo. Después, se giró al hombre que había llegado con ella. "Llévalos, por favor."

Carl agradeció con una sonrisita y tomó la mano del rubio antes de comenzar a caminar tras el otro hombre. El castaño sentía las manos sudando y la burbujeante sensación de nerviosismo le corría por las manos y los brazos por cada paso que daba y pronto, estaban frente a la primera casa. "Aquí es. Me retiro."

"Gracias." Murmuró Ron, soltando la mano de Carl para que el menor corriese a tocar la puerta.

"¡Papá!" Carl gritó, tocando la puerta con bastantes ánimos y ante tal insistencia, Rick salió.

El hombre rodeó el cuerpo de su hijo mayor en un gran abrazo de oso, sintiendo las lágrimas mojando sus mejillas por segunda vez en el día. "Te extrañé mucho, Carl. Estoy feliz de verte."

Y al igual que su padre, Carl ya estaba llorando, aferrado a la camisa de su padre. Ron quiso acercarse, pero realmente no quería interrumpir, así que se quedo detrás, esperando, y despues de algunos segundos, por fin se separaron.

"Papá, el es Ron. Me ayudó mucho junto a su familia. Tal vez los reconozcas."

El hombre asintió, mirando a Ron con grandes ojos mientras estiraba su mano hacia él. "Es una larga historia, pero yo los ayudé a ellos. Me alegra que te hayan encontrado. ¿Tu mamá está bien?"

Ron entrecerró los ojos, asintiendo y acercándose a él para estrechar la mano mano.

"Bueno, me gustaría que nos reunieramos todos, papá. Y quiero ver a Judith."

"Pasa, hijo. Ya estamos todos aquí."

Sin esperar otra palabra, Carl se metió en la casa y Ron detrás de él. El rubio tenía que admitir que estaba un poco nervioso. No eran nada, pero se sentía como si fuera a pedir la mano de Carl frente a su familia y eso lo estaba comiendo por dentro.

"¡Hola, Michonne! Me da mucho gusto verte aquí. ¡Hola a todos! Los quiero abrazar a todos pero también quiero presentarles a alguien. Él es Ron. Me ayudó mucho junto a su familia, sin ellos no estaría aquí probablemente."

Todos en la habitación sonrieron, poniéndose de pie para abrazar a Carl y estrechar la mano de Ron. Michonne, en particular, se quedó un poco más junto a Carl, besando dulcemente sus mejillas sonrojadas y húmedas. "Mi pequeño valiente. Lo siento mucho."

"No pasa nada. Ya estamos todos aquí y es lo importante."

Ron estaba enternecido ante la escena tan dulce que estaba sucediendo frente a sus ojos y para no incomodar, se alejó discretamente, sentándose frente a un pequeño comedor que daba frente a una ventana, cuando caminando por la calle y tomado de la mano de una mujer, vió a alguien sospechosamente similar a su padre, por lo que frunciendo el ceño, salió de la casa de los Grimes.

"¿Pete?"

El hombre se dió la vuelta, abriendo los ojos como platos cuando vió de quien se trataba. "¿Ron? ¿q-qué haces aquí?"

"¿Qué que hago aquí? Hemos pasado todo este tiempo buscándote y tu has estado aquí, gozando de una buena vida junto a otra mujer?"

Pete estaba balbuceando, mirando de su hijo hacia la mujer a su lado, la cual estaba bastante confundida. Ron empujó a su padre, sin despegarle la mirada. Estaba totalmente furioso.

"Mamá estuvo llorando todas las noches por ti. Eres un cabrón."

Al escuchar los gritos del rubio, Carl rápidamente salió. "¿Qué pasa?"

"Es mi padre, Carl. Todo el tiempo estuvo aquí y ni siquiera parece que haya intentado buscarnos, él ya tiene a otra mujer."

Carl se mordió el labio inferior, sin saber que decir en realidad.

"No, Ron. No es lo que parece... Yo los busqué. Por mucho tiempo."

"¿Ah, sí? Ni siquiera parece que te hayamos importado alguna vez. ¿Es un maldito apocalipsis, no estás con tu familia y lo primero que piensas es en conseguirte una nueva mujer? Eres un idiota. Vete a la mierda."

Ron se dió la vuelta y caminó furiosamente hacia su casa, dejando a Carl en el medio de la calle. El castaño suspiró suavemente y se dirigió de vuelta a la casa de su padre. El cual lo recibió con un fuerte abrazo.

"Papá, no te he visto en mucho tiempo y quiero estar contigo pero siento que debo ir con él."

Rick asintió, depositando un dulce beso sobre su frente y después, el menor salió corriendo y logró alcanzar a Ron antes de que entrase en su casa. "Hey, ven aquí."

"No quiero hablar ahora, vete."

"No hablaré, solo quiero abrazarte. Debe ser muy duro."

Ron sollozó y asintió, dejándose consolar por Carl. "Debo decirle a mamá. No quiero que me vea así."

"Entonces vamos a lavar tu cara con agua fría para despejarte y la esperamos aquí, ¿de acuerdo?"

"Está bien."