6

1.6K 163 43
                                    

<<Security>>

Phill llego a la casa de su madre antes que anocheciera, dejando un saludo a Isal, que descansaba sobre el sofá con la cara llena de grasa.

-Es tarde-regaño Gea antes que entrara al cuarto-¿Te quedaste jugando con tus amigos? -preguntó de forma más calmada.

Phill asintió.

Azul era su amiga.

-Supongo que está bien, solo avisa la próxima, pensé que te habías quedado con tu padre.

El menor volvió a asentir hacia su madre y entró al cuarto que le habían asignado.

A diferencia del suyo era simple, casi vacío. Las cajas se amontaban en las esquinas y tenía su ropa en cajones, su cama era normal, podía dormir en ella. Aun con las insistencias de su madre acerca de traer juguetes o decoraciones de su cuarto para amoldar este. Phill se había negado a sacar sus cosas de su casa.

Cuando estuvo tras la seguridad de la puerta, logro sacar uno de los mapas que había robado de la biblioteca.

Comisaria, listo.

Guardando unas cuantas cosas en una maleta oscura que usaba para el día usual.

...

Ekko deseaba que Zaun fuera seguro en la mayor parte, pero no era un dios.

Por Janna, la llegada de nuevos refugiados había sido un gran trabajo en sentidos medicinales y de refugio, pero de igual manera había elevado los índices de peligro habían aumentado de igual manera.

Era muy común que llegara un caso de transformados gritando y golpeando personas, asesinos ahogando sus deseos en las cantinas o calles nocturnas.

Sus misiones se habían trasladado por completo del refugio, atendiendo cada esquina de Zaun, volando de una esquina a la otra.

Ahogo un grito en sus manos.

Debía tener la mínima satisfacción que, así como había tenido que inmovilizar personas contra el suelo, había logrado ver como otras se restauraban, saliendo con una sonrisa después de meses con esperanza de volver a su hogar.

Debía estar bien.

...

Phill logro colarse la seguridad de los firelights con facilidad, ninguno hizo muchas preguntas.

Debía tener la seguridad que su maestra no informara de su reciente falla.

Está bien

No tan acostumbrado a las calles de Zaun, mas allá del territorio del refugio, el menor miro extrañado los puestos ambulantes, las carreteras con múltiples charcos que las llenaban de lado a lado.

Paso de largo con varios ciudadanos. Tan altos que se sentía aún más pequeño de lo que ya era a su lado.

Está bien, se repitió.

Phill apretó las correas de su mochila cuando un escalofrío recorrió su cuerpo.

Casi podía sentir la presencia gigante atrás suyo, siguiendo sus pasos con la mirada y haciendo que sus piernas flaquearan, pero no dejaran de avanzar.

Sin mirar atrás pego un salto cuando sintió que dio el primer paso detrás suyo.

Zaun no era peligrosa.

Zaun no es peligrosa.

Siguiente paso.

¡ZAUN ES MUY PELIGROSA!

Cuando amamosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora