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Cuando tenía dieciséis años, traje a mi novia a casa.

Su nombre era Wendy, para entonces ella se había presentado como omega.

"Cuando me enamoré de ella solo sabia que su nombre era Wendy, no sabía ni me interesaba si era omega o no", dije.

La razón por la que me gustaba también era sencilla, ella era la única a la que estaba dispuesto a contarle todas las historias sobre Pete y también era la única dispuesta a escucharlas.

Mis tíos fueron llegando uno tras otro, acariciaban mi cabeza y me decían que Wendy era linda.

Vegas no dijo nada, simplemente corto unas cuantas rosas del jardín para que Wendy se llevara a casa cuando se fuera.

Todo comenzaba a estar bien.

Pero yo tenía una corazonada de que no era así.

La noche previa a mi graduación de preparatoria, la escuela organizó un evento de campamento padres e hijos, así que le pregunté a Vegas si quería ir.

Se enderezó todavía sentado en el sofá, "campamento", dijo, "¿puedo ir? Jamás he acampado".

"¿Por qué no?" dije, "siempre y cuando compremos una casita y el equipo necesario."

Se acercó a mi para observar cómo agregaba algunos artículos al carrito de compras con gran interés y me pidió que agregara más fideos instantáneos mientras me veía.

El estaba emocionado como si fuera un niño la noche antes del campamento, incluso lo encontré en la madrugada mientras me dirigía al baño, en la sala asegurándose de que estuviera en orden todo lo que necesitaríamos.

Lo obligue a irse de nuevo a su cuarto a que durmiera y le advertí que no llegara tarde al siguiente día.

Al día siguiente lo esperé parado a la entrada de la escuela, pero el nunca llegó.

Los maestros y mis compañeros se fueron primero en el autobús escolar. Yo no podía comunicarme con Vegas, así que seguí llamando y lo esperé, solo, desde el mediodía hasta que se hizo tarde.

Cuando por fin me rendí y llegué a casa, recibí una llamada de la estación de policías, diciendo que mi papá había sido arrestado.

La razón era terriblemente absurda, se peleó con un niño en el templo y después se peleo con el padre del niño.

Ya estaba oscuro cuando el tío Macao y yo lo recogimos.

Me senté en el siento del copiloto en silencio mientras Vegas gritaba,

"¿Saben lo que ese niño dijo? Dijo que después de que una persona muere simplemente se descompone su cuerpo, que era estúpido de mi parte preguntarles a los monjes sobre la vida después de la muerte."

El tío Macao lo consoló con voz baja. "solo es un niño, no lo entiende, simplemente ignóralo."

¿Ese niño no entendía? Pensé para mis adentros, aunque todavía estaba en la edad en que lo más importante era ser envuelto en los brazos de su madre y pedir dulces, en realidad lo sabía todo.

Para cuando llegamos a la casa, todos mis tíos ya estaban ahí y Vegas seguía gritando y haciendo mucho ruido.

Cuando se dio cuenta de la bolsa de campamento que llevaba colgada en mi hombro, aunque seguía quejándose del niño del templo, inconscientemente se acercó a mí para cargar la pesada bolsa.

Quité furioso su mano antes de que la tomara.

"Púdrete Vegas" dije al fin. "¡Ese niño tenía razón, Pete está muerto, pudriéndose!"

Tiré mi bolsa al suelo y lo miré directo a los ojos.

"Si pudiera elegir, tampoco querría que muriera."

"Si pudiera elegir, quisiera que Pete estuviera a mi lado, en lugar de ti."

Debería haber una voz en mi cabeza que me detuviera, pero no la escuché, solo elegí instintivamente decir las palabras que más lo lastimarían.

"Quizás lo peor que le pasó a Pete fue conocerte."

"¡Y lo peor que me ha pasado a mi es que él me haya dado a luz!"

La habitación se quedó en silencio total y yo era el único parado ahí, sin aliento.

Vegas parecía estar congelado, y le tomó un tiempo reaccionar.

Parecía no saber qué tipo de expresión poner, pero estaba estupefacto. Se rascó la cabeza y se agachó para empacar mi bolsa de campamento.

De hecho, él no estaba empacando mi bolso. Simplemente abría y cerraba la cremallera una y otra vez, después de un tiempo comenzó a sacar lo que fuera que había en la bolsa, luego los agarró rápidamente y salió rumbo a su habitación.

El primero en acercase a mi fue el tío Tankun, se veía bastante sorprendido.

"Venice, solía pensar que todo estaría bien si Pete no se hubiera enamorado de Vegas. Pero después de todos estos años, entendí que ninguno de nosotros tiene el derecho de decir eso."

El tío Macao cubrió su rostro con sus manos y lloró, "ni si quiera tú, Venice."


Después de que las cosas se calmaran un poco, el tío Macao me pidió que me sentara con él en el sillón.

Sacó su teléfono y me preguntó, "¿sabes que dice el mensaje que Pete le dejó a Vegas antes de morir?"

Negué con la cabeza.

Le dio click a un mensaje de voz y me dejó escucharlo.

Una voz desconocida se escuchó a través del teléfono.

No había escuchado a esa persona hablar desde hace mucho, mucho tiempo, curiosamente, pude imaginarme como era el cuando hablaba.

Debió esforzarse por respirar hondo y forzar una sonrisa cuando no había nadie mirando.

"Vegas", dijo Pete, "espero que puedas tratar de ser un buen padre para Venice y darle algo que ninguno de nosotros pudo tener, ¿de acuerdo? Vegas..."

El mensaje se cortó en ese momento. Pete debió tener algo más que quería decir, pero se estaba quedando sin tiempo.

Así que este era el mensaje de voz que Vegas escuchó cientos de veces a mitad de la noche, solo unos cuantos segundos.

"Así que no está loco", dije.

"¿Qué?" mi tío no pudo escucharme.

Resulta que mi papá no estaba loco.

Siempre pensé que estaba loco, pero no lo estaba.

Él estaba muerto.

El día que murió Pete, murió con él.

Este mensaje de voz se había convertido en lo único que podía afectarlo, le recordaba abrir los ojos por la mañana, comer y pasar incontables días y noches criando a su hijo sin Pete.

Esa noche cociné un tazón de fideos instantáneos y seguí llamando a la puerta de Vegas hasta que abrió y se paró en la puerta para terminar el tazón de fideos.

Pero al final no pude decir "lo siento".

17 cartas || VegasPeteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora