17 cartas || VegasPete

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Mi niñera se encargaba de mi comida y de mi día a día, el tío Tankun y el tío Porsche solían sacarme a pasear y divertirme y el tío Macao me hacía compañía por las noches, así que en realidad no importaba si Vegas estaba ahí o no.

Solamente cuando se acercaba la fecha de mi cumpleaños las cosas cambiaban un poco.

Recuerdo al tío Kinn decir que tres días después de mi segundo cumpleaños, abrió la puerta temprano por la mañana encontrando a un Vegas de rodillas a la entrada de su cuarto, cubierto de sangre.

"¿Está Porsche aquí? Se que Pete le dejó todas las cartas a él para que las guardara, quiero leer la primera, solo la primera, por favor".

El tío Kinn le respondió algo impaciente que la carta ya me la habían entregado a mí y le pidió que primero se limpiara bien.

Ese día desperté viendo a Vegas con un vendaje peculiar en el brazo, estaba a la orilla de mi cama, observándome en silencio.

Tuve que darle la caja de chocolates que había guardado en la funda de almohada y lo amenacé para que me la devolviera después de leerla porque no podría dormir por la noche sin ella.

Vegas leyó esa carta de una página durante todo el día y por la noche cuando estaba a punto de acusarlo con mis tíos simplemente me la devolvió.

Me miró mientras sostenía en mis manos la caja y me dijo "Venice.... ¿Te gustaría dormir juntos esta noche?.... ¿con papá?"

Abrí muy grandes mis ojos y negué con la cabeza, pero poco después de pensarlo, decidí que estaba bien. Los ojos del tío Macao se abrieron incluso más que los míos cuando supo.

No había mucha diferencia de cuando dormía con el tío Macao.

Sin embargo, cuando el tío Tankun se enteró, el suspiró,

"Macao es muy atrevido, ni si quiera teme que Vegas vaya a estrangular al niño a mitad de la noche para después dispararse a sí mismo".

No entendí por qué el tío Tankun dijo eso.

Aunque no tenía la experiencia de ser cargado en los hombros de mi papá, como los demás niños, tampoco tenía la experiencia de ser regañado o castigado por él, así que no le tenía miedo.

"Vegas solo es un poquito raro", solía pensar, "mi papá solo es un poco raro".