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Durante el otoño, en mi segundo semestre, algo inesperado pasó.

Fui secuestrado.

Mis secuestradores y los que secuestraron a Pete en aquel entonces estaban conectados de alguna manera, me tomaron en el segundo que puse un pie fuera del autobús de la escuela.

Cuando desperté estaba atado y colgado dentro de lo que parecía ser una fábrica abandonada. Mi primera reacción fue:

"Maldita sea, primera vez que me dejan tomar el autobús escolar y pasa esto, ahora nunca me dejaran tomarlo de nuevo."

Después empecé a adivinar si el tío Kim sería el primero en enviar a alguien o acaso sería el tío Porsche quien vendría primero a buscarme.

Sea como sea sabía que mi papá no sería, el había dejado de ser el mafioso despiadado desde hace mucho tiempo, estaba fuera del negocio, sería inútil que viniera el, quise incluso reír un poco pensando en eso.

Supongo que Pete pasó por esto mismo en aquel entonces. Atado, colgado, golpeado, torturado y cuestionado para finalmente matarlo a tiros. Si pudiera morir como el creo que ni si quiera estaría triste.

Pero no morí, ni si quiera fui golpeado o torturado, simplemente nadie apareció. Solo permanecí ahí, amarrado y colgado por un tiempo. Lo más que sufrí fue algo de hambre por el tiempo que estuve ahí, pero nada más.

Justo antes de caer desmayado escuché algunas voces acercándose a mi, todas sonaban familiares, pero no alcancé a identificar si eran del tío Porsche, el tío Kim o... ¿era papá?

No sufrí ninguna lesión además de algunos rasguños y moretones en mis muñecas, aun así permanecí en el hospital por una semana. La razón fue que sufrí de fiebre muy alta por tres días, me sentía atrapado en un sueño del que nadie podía despertarme.

Para ser precisos, era un recuerdo.

Cuando aun hablaba con las rosas conocí a un pájaro, no logré identificar de que tipo o especie era, pero su ala izquierda estaba herida. En cuanto llegué a su lado intentó escapar moviendo sus alas, pero no voló, no podía.

Me tomó algo de esfuerzo atraparlo porque no tenía una jaula o algo parecido, así que agarré una pequeña cuerda y la até a su pata derecha, después llamé al doctor para que pudiera curar sus heridas.

Mientras estaba buscando algunos gusanos para poder alimentarlo apareció mi papá, no se suponía que estuviera en casa, debería haber estado en el trabajo, pero apareció sin alguna razón aparente.

Lo saludé con mi mano un segundo, pero para mi sorpresa no entró de regreso a la casa, se quedó ahí parado a mi lado, observándome.

"¿Qué haces?" su voz sonaba algo rara, una mezcla entre enojo y tristeza.

"Ayudándolo."

"¿Entonces por qué lo tienes atado?" de repente gritó y me sorprendí mucho.

"Se escapará si no lo ato."

"¡No escapará, no puede escapar!" se agachó y desató la pata del ave.

"¡Qué estás haciendo!" ahora yo también estaba exaltado, "¡está herido, si huye puede que muera!"

En cuanto Vegas escuchó eso ultimo dejó de hacer lo que estaba haciendo y se dedicó observarme mientras alimentaba a ese pequeño animal.

"No puedes quedártelo" dijo de repente.

"Nunca dije que quisiera quedármelo."

"No puedes quedártelo, morirá", Vegas suspiró, casi como una maldición.

"¡No morirá! ¡Y tampoco me lo quedaré!", me enojé, lo empujé y Sali corriendo a mi habitación.

Me enteré a la mañana siguiente que el pájaro ya no estaba, pero la cuerda seguía ahí.

Intuí que había sido Vegas quien liberó al ave, pero no pude encontrarlo, miré al cielo pero no vi nada.

Me preocupé mucho de que el pajarito no haya sobrevivido debido a sus heridas, así que empecé a buscar por cada rincón del patio por algún indicio de él.

Seguí buscando...

Fue justo en ese momento que Vegas me despertó del sueño, lo escuché decirme

"Venice, por favor despierta, si lo haces prometo enseñarte fotos de Pete."

Así que desperté, furioso.

La única vez que había visto fotos de Pete fue en Chumphon, desde un niño con un corte de pelo gracioso a un adolescente con corte de pelo gracioso. Lastima que las fotos que tenían los bisabuelos se detuvieron cuando Pete se fue a Bangkok después de la preparatoria.

Pete solo se había tomado una fotografía mientras trabajaba en casa del tío Tankun.

Los guardaespaldas no necesitan tomarse fotos, solo una, utilizada pata identificaciones, reconocimiento facial y funerales.

En una ocasión el tío Tankun lloró amargamente mientras estaba borracho, lamentando haber comprado tantos proyectores y televisiones, pero jamás una cámara. Aun así, nunca quiso darme la fotografía de identificación de Pete, decía que era de mala suerte.

Nunca supo que cuando tenía nueve años, fui a la tumba de Pete y capturé la imagen póstuma en la lápida, después la mandé editar a color, la imprimí y la guardé junto con las cartas.

La foto era única porque Pete tenía el pelo rubio.

Siempre pensé que ya que Pete se rehusaba a tomarse fotos cuando estaba embarazado y una vez que nací estaba demasiado ocupado tomándome fotos a mí, sería normal que Vegas no tendría ninguna foto de él.

Pero jamás esperé que tuviera fotos de Pete, muchas.

Seguía acostado en la cama de hospital cuando Vegas me enseñó las fotos, como una docena de ellas.

"¿Son todas?"

"Son todas." Se rascó la nariz.

No tuve la fuerza para desacreditarlo o decirle algo así que me dediqué a ver las fotografías.

Aquel hombre rubio de mis recuerdos se transformó en un pelinegro con unos hermosos hoyuelos.

Parado en la puerta de la casa del tío Tankun, sosteniendo en helado en su mano derecha, sonriendo y platicando con el tío Porsche quien señalaba y fruncía el ceño al cigarro que sostenía Pete en su mano izquierda.

"Le tomabas fotos desprevenido" dije.

"Si" admitió Vegas rápido.

La mayoría de las fotos eran tomadas en secreto. El lente de la cámara capturó a un Pete algo sudado mientras dormía, la manera en la que veía las rosas del jardín y cuando me abrazaba parado a lado de mi cuna.

Sabia que Vegas había cortado esa foto porque solo podía ver la mitad de la cara de Pete, sus hombros desnudos y sus brazos extendidos hacia mí.

Vegas no me dejó ver la versión completa, así que no me molesté en preguntar, solo dije, "¿puedo hacer un álbum? Lo pondría en la sala para que ambos podamos verlo cuando queramos."

El asintió, pero me advirtió, "solo no les digas a tus tíos."

17 cartas || VegasPeteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora