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Durante mi ultimo año de secundaria, en mi cumpleaños, recibí mi carta como de costumbre y se la entregué a Vegas después de leerla.

El se encontraba cocinando curry en la cocina.

Cuando me vio acercándome con la carta se apresuró a limpiar sus manos en el mandil que llevaba puesto, la tomó y se recargó en la encimera para leerla.

Al principio su reacción fue como siempre, solo su usual mirada suave y cálida.

Cuando comenzó a leer la tercera página, se emocionó mucho de repente, sus manos comenzaron a temblar incontrolablemente y sus ojos se tornaron rojos.

"Quiero esta carta" dijo.

"¿Qué?" no entendía a que se refería.

"Quiero esta carta, quiero quedármela."

Estaba sentado en la mesa del comedor, me levanté lento después de oírlo decir eso.

En esa carta había una oración que iba dirigida a Vegas. Pete la escribió para él.

"... ado, no se si es que he comido mucho helado últimamente, pero mis dientes duelen un poco. Venice, de seguro tus dientes permanentes ya habrán terminado de salir ahora, así que tendrás que prestar más atención a tu higiene dental. Vegas, si ves esto, recuerda llevar seguido a Venice al dentista, tú también deberías tener algunas visitas regulares..."

Miré a Vegas, "no", dije.

"Solo esta carta, solo esta", casi rogó, "o solo esta página."

"No."

Acerqué mi brazo hacia la carta, pero Vegas no la soltaba.

El curry había comenzado a hervir en la olla, pero a ninguno le importó.

Así que grité, "¡Pete la escribió para mi!"

No me di cuenta quien de los dos comenzó con los jalones hasta que el pedazo de papel se rasgó.

Un pequeño pedazo de la hoja voló directo a la olla de curry y Vegas corrió a apagar la estufa y sacar el papel. La hoja estaba bien, pero en el proceso volcó la olla por accidente y el humeante curry salpicó en su pierna.

No le importó para nada las quemaduras en su piel, simplemente puso el pedazo de papel sobre la mesa.

"Todavía... todavía podemos pegar los pedazos y unirlos, no están sucios, no están..."

Tartamudeó nervioso, alzó la vista hacia mí, con sus ojos llenos de lágrimas.

Me le quedé viendo, totalmente en blanco, sin poder pronunciar la palabra, "OK".

"Venice, Venice, por favor." Vegas finalmente lloró.

"El te escribió todas esas cartas, pero a mi no me dejó nada más que esa oración."

Cuando el tío Macao llegó, Vegas se arrodilló sobre el curry derramado en el suelo, con la cabeza entre los brazos. Llevaba un ridículo delantal rosa, ampollas por todas las piernas, lágrimas y mocos en la cara.

Yo estaba de pie junto a la mesa, aturdido, cuando mi tío y el guardaespaldas lo apartaron. Fue la primera vez que vi a alguien llorar tan tristemente, tan histéricamente.

Mirando hacia atrás ahora, debería haberle respondido con dureza.

¿Que no te dejó nada? El dejó casi todo su amor a ti.

Pero estaba bastante asustado en ese momento, yo sabia que mi papá estaba loco, pero nunca esperé que estuviera así de loco.

Al final, fui con la niñera por un trapeador, limpié todo el desastre yo solo y fui de regreso a mi habitación con los pedazos, cuidadosamente los pegué uniéndolos.

Lo pensé durante toda la noche y al final decidí entregarle esa página. La puse sobre su buró a lado de su cama mientras dormía, después de que le dieran ese tranquilizante así que no volví a verlo más ese día.

Me enteré después que mandó a coser un bolsillo por dentro a toda su ropa, donde solía poner esa carta que había guardado en una bolsita de plástico sellada.

Después de ese día, Vegas parecía realmente decidido a desempeñar el papel de un buen padre. Poco a poco dejó de decir palabras incomprensibles y empezó a cocinar para mí todos los días.

Nunca esperé que la carta funcionara tan bien, pero sin importar que tan bien estuviera todo no le daría más.

Pase un año entero imitando la escritura de Pete. Justo a las 12:00 en punto, el día de mi cumpleaños fui directo a casa de mi tío Porsche a pedirle la carta, después de leerle hice yo mismo una copia de la carta.

En caso de que Vegas insistiera en querer la carta le daría la copia.

Pero el no pidió nada, como si una sola página fuera suficiente para satisfacerlo por un buen tiempo.

17 cartas || VegasPeteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora